Maestros Espirituales
Un maestro espiritual tiene la capacidad de convocar e influenciar a sus seguidores, con el objetivo de compartir su percepción trascendente y de transmitir sus principios.
Maestros espirituales ha habido y los habrá siempre, mientras exista en el hombre la necesidad de la esperanza y de la trascendencia.
Los maestros espirituales son los emergentes que expresan las necesidades del hombre y tratan de llevar equilibrio a sus almas.
En una sociedad en que la gente vive neurótica y disociada entre lo que piensa y siente, la palabra de un maestro espiritual, basada en filosofías ancestrales, puede llegar a transformar a las personas y a ayudarlas a empezar de nuevo.
Estos seres humanos tienen un nivel de conciencia elevado y pueden percibir por si mismos la verdad que predican. Están despiertos y equilibrados y su intención es que los demás compartan su mismo estado de iluminación.
El primer paso para que las personas puedan lograr una transformación espiritual es convencerlas de recuperar el amor que ha perdido su corazón.
Es la falta de amor la que produce falta de energía, pérdida de la confianza, estancamiento y confusión.
Sólo una persona equilibrada y sana está en condiciones de ser un verdadero maestro espiritual.
Lo mismo ocurre con los profesionales dedicados a la salud mental, que necesitan tener claridad en sus vidas para poder orientar a los demás.
La persona desorientada, no sólo debe recuperar su capacidad de amor y su sentido de responsabilidad, sino la lucidez necesaria para poder confiar en ellas mismas.
Creer en uno mismo es la base de la personalidad, el cimiento desde donde se elevará nuestro espíritu.
Un maestro espiritual tiene el ambicioso objetivo de que sus seguidores dejen de sufrir y se alejen del mal. Influencia a las personas en forma positiva tanto en amor como en inspiración.
El ideal de un maestro espiritual es llegar a despertar al maestro interno de cada uno para que puedan lograr el convencimiento propio y la comprensión de sí mismo; y el poder de la sabiduría espiritual les permitirá influenciar a todos a su alrededor.
Aprender a manejar las emociones no es todo porque es necesario además saber hacia dónde vamos y quiénes somos y estas preguntas sólo tienen una respuesta a nivel del espíritu.
Mientras las emociones nos hagan sufrir, nos hagan sentir insatisfechos y con temor aún no estamos en condiciones de percibir la verdadera realidad.
Para que las emociones no nos resulten más estados mentales incómodos, deberemos cambiar la forma de vivir nuestras experiencias, ensayar otro punto de vista, experimentar otra perspectiva que nos permita ver lo que no vemos.
Porque en definitiva, todo se trata de aprender a Ver, de abrir los ojos del alma y reorganizar todas nuestras prioridades, para evitar vivir la mitad de la vida cometiendo errores y la otra mitad sufriendo por lo que hicimos.
Las investigaciones psicológicas han llegado a la conclusión que cada persona en el mundo tiene la capacidad de influir durante toda su vida a más de diez mil personas.
Influenciamos a los demás pero también nos influencian a nosotros; pero los maestros espirituales pueden lograr una mayor resonancia debido a su gran capacidad de magnetismo, sus valores, y su capacidad de poder Ver todas las perspectivas.