Filosofía

Adam Smith

Publicado por Malena

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Adam Smith (1723-1790), escritor y filósofo escocés, fue un teórico de economía política que participó en la evolución del pensamiento económico de Occidente.

Este notable pensador se preocupó en trabajar en la construcción de un nuevo modelo social comprensible, que inspirara confianza y que pudiera servir para mejorar la calidad de vida de la gente.

Estudió la estructura de la sociedad moderna en su totalidad, su marco legal, su moral, sus creencias, su modo de distribución del trabajo y su forma de intercambio.

Pensaba que el hombre es esencialmente un ser histórico y social y se propuso investigar y comprender el resultado de las relaciones sociales para poder construir bases firmes para su reforma.

Este filósofo ilustrado, que fue el fundador de la ciencia económica; escribió y publicó dos grandes obras: “La Teoría de los Sentimientos Morales” y “La Investigación acerca de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”; dejando como legado, sus Lecciones de Jurisprudencia.

A fines del siglo XVIII, el mundo necesitaba un cambio de ideas que fueran más adecuadas a la actividad económica de ese momento.

El rigor, la investigación histórica y la honestidad del pensamiento de Smith le permitió ocupar un lugar destacado en el origen de un nuevo paradigma, convirtiéndose sus obras en un clásico.

Escocia, en esa época, había prosperado después de siglos de estancamiento y guerras, y la vida intelectual también experimentó cambios.

Adam Smith fue profesor de la Universidad de Glasgow y además tuvo la oportunidad de ocupar un alto cargo en la Administración británica en Edimburgo.

Su doctrina fue conocida y discutida en su país y además en Francia y Alemania.

Su padre había sido abogado y ejerció el cargo de controlador de Aduana hasta su muerte, ocurrida antes del nacimiento de su hijo.

Adam Smith nació en Kirkcaldy, Escocia, en 1723, en el seno de una familia perteneciente a la elite escocesa y fue educado por su madre viuda.

Siguiendo la tradición familiar, estaba todo dispuesto para que llegara a ser un servidor público, de manera que ingresó a la Universidad de Glasgow.

Los detalles de su vida permanecen en el misterio, pero se sabe que no se casó y que vivió con su madre hasta que ésta falleció. Y en cuanto a su trabajo, él mismo mandó quemar gran parte de sus manuscritos antes de su propia muerte.

Smith fue becado para estudiar en Oxford donde permaneció seis años, pero renunció a ordenarse sacerdote y volvió a Escocia con la idea de dedicarse a la carrera docente y literaria.

En la Universidad de Glasgow fue profesor de lógica, materia que incluía en esa época la retórica; y posteriormente fue nombrado profesor de filosofía moral que trataba también materias como derecho, política y economía.

Smith dividía sus lecciones en cuatro partes: la primera se refería a la teología natural, la segunda a la ética, la tercera a la justicia y la cuarta a las regulaciones políticas basadas en la conveniencia, para aumentar el poder, la riqueza y la prosperidad del Estado.

Sus lecciones lo hicieron famoso porque convirtió su cátedra de filosofía moral en un tratado de comercio y finanzas.

En estas lecciones se encuentran las bases de sus dos importantes obras, porque en ellas se desarrollan, la teoría de la división del trabajo y la explicación de la historia del comercio; incluyendo además una breve crítica al sistema mercantil.

“La Teoría de los Sentimientos Morales” le dio fama a Smith entre los ilustrados de Escocia y de Europa. Para Smith, los juicios morales no son producto de la razón sino un producto social, o sea algo construido a través de las interacciones humanas y que dependen de ellas.

Su propuesta fue revolucionaria pero a la vez respetuosa del pensamiento religioso, y en esta prudencia en parte se explica su éxito.

Smith fue siempre amante de la soledad y solía caer en estados depresivos, afección que lo acompañó durante toda su vida, dedicada solamente al estudio y al trabajo.

Fue gran amigo de Hume, quien influyó en su obra a pesar de tener cosmovisiones diferentes, ya que Hume era ateo; y esa amistad duró hasta la muerte de este último.

Smith recibió honores y numerosos ofrecimientos para ocupar cargos públicos.

Fallece a la edad de 67 años.

Fuente: Colección Grandes Pensadores, «Adam Smith», Edic. Planeta DeAgostini, España, 2007