Hume y el Empirismo
Hume (1771/1776) fue uno de los representantes más característicos del empirismo y un crítico del conocimiento que influyó en el pensamiento de Kant, porque su doctrina moral lo llevó a reflexionar y a tomar un nuevo rumbo que dio lugar a su filosofía trascendental.
Hume nació en Escocia proveniente de una familia noble pero venida a menos; estudió derecho y durante algunos años vivió en Francia. En ese país escribió su obra “Tratado de la naturaleza humana” y también una reseña anónima sobre su obra, que no generaron mucho interés; pero posteriormente publicó sus ensayos morales y políticos, que tuvieron considerable éxito.
Tiempo después intentó ocupar la Cátedra de Ética en la Universidad de Edimburgo pero fracasó debido a su conocida ideología atea y materialista. Se fue al extranjero para trabajar con el General St.Clair, donde permaneció algunos años, después de los cuales regresó a Escocia.
Realizó una profunda revisión del Tratado de la naturaleza humana, con el título Investigación sobre los principios de la moral. Esta obra es considerada por muchos como su contribución más significativa a la filosofía moral. En ella, Hume argumenta que nuestras aprobaciones y desaprobaciones morales son producto de sentimientos naturales de aprobación y desaprobación, y no de razones.
Años después fue nombrado secretario de la Embajada inglesa en Francia, donde se relacionó con enciclopedistas franceses. Regresó a Inglaterra donde ofreció asilo a Rousseau por poco tiempo.
Se desempeñó como secretario de Estado en el Ministerio del Exterior en Londres, pero finalmente regresó a Escocia, donde vivió apaciblemente dedicado a revisar sus obras, falleciendo en 1776 a la edad de 65 años.
El pensamiento de Hume obligó a Kant a replantearse los fundamentos del conocimiento y principalmente de la metafísica. Hume argumentaba que todo conocimiento deriva de la experiencia, y que no podemos tener conocimiento de nada más allá de lo que experimentamos. Por lo tanto, no podemos tener conocimiento de la existencia de Dios, del alma o de la moralidad, excepto en la medida en que experimentamos sus efectos en el mundo.
A su vez, Hume recibió las influencias tanto del teólogo y filósofo empirista irlandés George Berkley(1685-1753), como del filósofo empirista inglés John Locke (1632-1704).
La propuesta de Hume era que todas las ciencias se relacionan con la naturaleza humana; por lo tanto consideraba que la base de las ciencias debía ser el estudio de la naturaleza humana, en función a la experiencia.
Para Hume, la totalidad del contenido del pensamiento humano se puede dividir en dos grandes grupos: las ideas y las impresiones sensibles. Para este filósofo, todas las ideas, aún las más complejas, son derivadas de las impresiones sensibles. Acepta como única fuente de conocimiento la sensación y elabora la teoría asociacionista; refutando a la vez los conceptos de sustancia y causalidad que dominaban en el pensamiento racionalista.
No niega la posibilidad de la existencia de una substancia o causalidad reales pero si afirma la imposibilidad de conocerlas. Por lo tanto, si se aplica esta teoría a los juicios, para atribuir una causa a un hecho, es necesaria la observación continuada de la secuencia causa-efecto.
La relación causal no está en las cosas sino que la genera el sujeto como idea compleja a partir de impresiones sensibles. Esta idea revolucionó la filosofía y la ciencia, ya que desafió la creencia común de que la causalidad es una propiedad objetiva del mundo.
También fue importante su aporte al pensamiento en el área de la economía, iniciando una crítica al mercantilismo. Su concepción del dinero como símbolo y su crítica a los terratenientes lo transformó en un ideólogo de la burguesía comercial. Hume argumentaba que la riqueza de una nación no se mide por la cantidad de oro y plata que posee, sino por su capacidad para producir bienes y servicios.
Hume, fue parte de los economistas anteriores a Adam Smith y a la escuela clásica.
Fuente: “Kant, Vida, pensamiento y obra”; Colección Grandes Pensadores y Diccionario de la Enciclopedia Salvat.