Karl Marx – Introducción – Primera Parte
Kart Marx (1818-1883, nació en Prusia (actualmente Alemania) en una época políticamente turbulenta.
Se dedicó durante casi toda su vida al periodismo, actividad que le permitió estar en contacto con la realidad histórica de ese momento y de la situación de las clases obreras que en pleno desarrollo industrial vivían en la miseria.
Más que interpretar al mundo Marx quiso transformarlo. Para ello desarrolló una doctrina basada en una teoría económica y social del Capitalismo, proponiendo como sistema político y social el comunismo, término no concebido por él, y como filosofía el materialismo histórico.
Según Marx, la realidad material, económica y social es la que ha guiado al pensamiento a crear las condiciones para el progreso humano, a lo largo de la historia.
Para eso, propone la revolución de las clases obreras y la destrucción de la economía capitalista.
Marx hace el análisis más profundo que existe sobre el capitalismo en su obra cumbre “El Capital”.
Las precarias condiciones de vida de los más desfavorecidos de esa época hicieron que comenzaran a surgir en Europa algunas corrientes de pensamiento con el objetivo de lograr una más equitativa distribución de la riqueza.
Estas inquietudes fueron las que provocaron la revolución francesa en 1789, y las que dieron origen a los movimientos obreros que tuvieron lugar en Inglaterra.
Marx se dedicó a estudiar en profundidad los métodos de producción en la nueva sociedad industrial urbana; y su aporte ha sido fundamental para modernizar la idea del trabajo, que en algunos aspectos continúa vigente.
Su obra el Capital representa una nueva visión de la relación entre los dueños de los medios de producción y la fuerza de trabajo, una nueva idea sobre el mejor rendimiento de la materia prima, sobre el rol del obrero que hasta ese momento trabajaba en condiciones casi de esclavitud, el impulso para la unificación obrera en sindicatos, el tratamiento de los problemas gremiales, ideas sobre la mejor manera de aumentar la producción y la promoción de un nuevo papel del obrero en un Estado ideal.
Marx puso todo su empeño en lograr un mundo más justo, sin abusos y sin oprimir a los obreros para lograr ganancias.
Su obra, más que una filosofía es una teoría política económica, si bien él no fue el que concibió el comunismo, contribuyó a su desarrollo teórico práctico.
Su padre era un abogado de origen judío de clase media, que impulsado por el antisemitismo de la época se convirtió al protestantismo al poco tiempo de nacer Kart, quien fue bautizado a los 6 años.
Su madre tenía el mismo origen y también adoptó la misma religión.
Marx se había orientado hacia los estudios de abogacía, más que nada para satisfacer a su padre, pero pronto se relacionó con intelectuales bohemios.
Sin embargo, durante su juventud nada hacía pensar que sería un revolucionario, porque tanto su entorno como sus valores eran burgueses.
Continuó sus estudios de abogacía y de filosofía, que era la que lo atraía porque la consideraba una disciplina necesaria para penetrar en los problemas.
En Berlin Marx frecuentó el círculo de Hegel que dirigía B.Bauer, quien lo influenció a adoptar convicciones antirreligiosas y ateas.
Alcanzó el título de doctor y se inició en el periodismo que le permitía exponer sus ideas.
Estaba convencido de poder establecer una relación distinta a la planteada por Hegel, autor de la Fenomenología del Espíritu y se propuso oponerse teóricamente a dicho sistema, diseñando una forma de gobierno y de sociedad distintos. Se dedicó entonces al proyecto de modificar el esquema de las relaciones dialécticas entre los hechos y la conciencia.
En París se contactó con Friedrich Engels, hijo de un industrial acomodado, quien participaba de su misma ideología y estaría presente durante toda su vida, brindándole su confianza y apoyo en sus escritos más importantes.
Continúa segunda parte
Fuente: Colección Grandes Pensadores, “Karl Marx”, Ed. Planeta DeAgostini, 2007