Kant – Filosofía y Dios
El objeto principal de la filosofía especulativa es la existencia de Dios. Todos los filósofos han tenido que resolver desde sus respectivas perspectivas este misterio y dar su mejor y más coherente respuesta.
En 1763 Kant publica “La Única Demostración Posible de la Existencia de Dios” dedicado a este tema crucial.
Existen en filosofía demostraciones apriorísticas de la existencia de Dios que se basan en el argumento ontológico. Este argumento parte de la idea de una entidad perfecta que no puede proceder de la experiencia, sino que pertenece a la razón, o sea que es de naturaleza innata. Un Ser perfecto no puede carecer de ningún atributo, de modo que también existe, porque no puede carecer del atributo de la existencia.
Kant rechaza este argumento considerando que la existencia no puede ser un atributo, dado que si Dios existe o no existe no atañe a la esencia de Dios; y da el ejemplo de los cien táleros (moneda de plata alemana).
Cien táleros imaginados tienen las mismas características y el mismo valor que cien táleros reales, o sea que no atañe a su esencia. Se imaginen o se gasten son siempre cien táleros.
En cuanto a los argumentos a posteriori que existen que se basan en el argumento cosmológico que parte de la experiencia del mundo se remontan a Santo Tomás de Aquino que se remite a la filosofía aristotélica y que posteriormente fue aplicado a otras filosofías.
Se parte de la existencia del mundo y por otro lado del supuesto que todo tiene una causa. La cadena de causas debe terminar en algún momento hasta la causa primera que no puede ser más que una sustancia perfecta.
Kant rechazó esta idea porque no hay nada que justifique identificar a Dios con esa primera causa.
Para Kant la única demostración apriorística aceptada desde el punto de vista de la lógica es que no se puede negar la posibilidad de la existencia de Dios, ya que la categoría lógica de la posibilidad es irrenunciable, ya que ninguna demostración lógica sobre la existencia de Dios es lógicamente concluyente.
El fundamento de la posibilidad puede ser Dios como Ser único, inmutable, eterno y espiritual.
Sin embargo, en su libro “Crítica de la razón práctica” publicado en 1788 aparece el postulado de la existencia de Dios, como un modo de conocimiento a priori diferente de la razón. Dios no se puede conocer por la razón, pero si por medio de los principios morales.
Kant llega a la conclusión que la metafísica trasciende los límites del conocimiento racional, por lo tanto es imposible que sea una ciencia.
Reconoce en los seres humanos una forma de actividad espiritual que denomina conciencia moral que consta de una serie de principios que ordenan la vida de los hombres, que considera tan real como la es la del conocimiento, pues los juicios morales son también racionales.
Para Kant, Dios es el Ser más allá de lo físico que mantiene la unión de lo real con el ideal, proponiendo que la razón lógica debe estar subordinada a la ley moral para poder superarse aunque sea en forma imperfecta.
Esta es la forma en que la historia puede tener sentido.