Ocasionalismo
El Ocasionalismo es una forma de dualismo cuerpo mente que sostiene que la interacción entre la substancia pensante y extensa se debe a la acción causal constante de Dios o bien a su acción ocurrida una sola vez en el momento de la creación.
Se puede entender de dos formas: de una manera estricta significa la serie de doctrinas influidas por Descartes que surgen para resolver el problema cartesiano de la relación entre la substancia pensante y extensa; y de un modo más amplio se refiere al conjunto de propuestas filosóficas que plantearon distintos filósofos y escuelas antiguas, medievales y modernas para solucionar el problema entre el determinismo (o sea las doctrinas que sostienen que todo hecho tiene una causa); la predestinación o la providencia (que apoyan la hipótesis de que el orden de todas las cosas se rige según la mente de Dios) y el libre albedrío (que reconoce la potestad del hombre de obrar por reflexión y por elección).
Al admitir el dualismo cartesiano surgen algunas posibles soluciones:
1) La idea de la existencia de una substancia que sea a la vez pensante y extensa, que también fue considerada por Descartes al introducir el supuesto de que el alma se encuentra en la glándula pineal.
2) La idea de que ambas substancias, pensante y extensa, son sólo atributos de una única substancia real o sea Dios (solución que propone por ejemplo Spinoza)
3) Aceptar que las substancias pensante y extensa tienen una armonía pre-establecida por Dios (que es la solución que propone por ejemplo Leibiniz).
4) La idea que considera que cuando ocurre un movimiento en el alma de Dios produce también el correspondiente movimiento en el cuerpo y viceversa.
El ocasionalismo intenta reemplazar el concepto de causa por el concepto de ocasión, o sea que toda causa es ocasional.
El ocasionalismo moderno tiene dos fases; una de ellas es la que se ajusta al planteamiento de Descartes, que se puede considerar una consecuencia del cartesianismo y que proponen algunos de sus representantes, que es la idea que Dios intervino una única vez para siempre con el objeto de establecer en forma adecuada las relaciones entre las dos substancias extensa y pensante; y otra fase que es la que afirma la continua intervención de Dios.
Todos los ocasionalistas proponen ciertos supuestos comunes:
1) La idea de que el ser humano es un espectador en el mundo y no un actor;
2) La idea de que las acciones del hombre no son causadas por él sino por Dios;
3) La idea de que los movimientos del cuerpo del hombre no los ejecuta él mismo en función de los movimientos de su alma sino que es Dios el que hace que las ejecute.
El ocasionalismo es el intento de algunos filósofos seguidores de Descartes de explicar la relación existente entre el cuerpo (res-extensa) y el alma (res-cogitans). Todos ellos admiten que Dios directamente coordina estas dos substancias que son irreductibles e incomunicables entre sí.
Sus doctrinas se distinguen cuando determinan si la coordinación es dispuesta una sola vez para siempre en el momento de la creación o si ésta se establece en cada momento de nuestra existencia.
L. de la Forge fue uno de los principales defensores de la primer teoría y Courdemoy y Malebranche son representantes de la segunda, quienes concluyeron que no puede haber interacción entre la mente y el cuerpo y que toda causalidad es inmanente, dentro de uno u otro orden; y que cualquier acción de la mente que afecte al cuerpo o viceversa es el resultado de la acción especial de Dios, quien es el que hace posible que cuando ocurre un cambio en una substancia haya un cambio correspondiente en la otra.
A pesar de las diferencias entre las distintas corrientes de pensamiento ocasionalistas, todas comparten la creencia en la intervención divina como elemento fundamental en la relación entre la mente y el cuerpo. Esta creencia se basa en la premisa de que la mente y el cuerpo son substancias distintas e irreductibles, y que su interacción no puede explicarse sin la intervención de una tercera entidad, en este caso, Dios.
El ocasionalismo ha sido objeto de críticas y controversias a lo largo de la historia de la filosofía. Algunos filósofos han argumentado que esta teoría elimina la posibilidad de la libertad humana y la responsabilidad moral, ya que todo lo que ocurre es el resultado de la acción de Dios. Otros han cuestionado la coherencia de la idea de que Dios interviene constantemente en el mundo para coordinar la interacción entre la mente y el cuerpo.
A pesar de estas críticas, el ocasionalismo ha tenido una influencia significativa en la historia de la filosofía y ha contribuido a la evolución de las teorías sobre la relación entre la mente y el cuerpo. Su influencia se puede observar en las obras de filósofos como Leibniz y Spinoza, quienes desarrollaron sus propias teorías en respuesta a los desafíos planteados por el ocasionalismo.
Fuente: “Diccionario abreviado de filosofía”, José Ferrater Mora; Enciclopedia Universal Británica, versión abreviada; Diccionario de la Enciclopedia Salvat.