El Genoma Humano
El genoma del ser humano está formados por unos 23.000 genes, muchos menos de los que se creían, que en gran parte nos gobiernan. El medio ambiente influye y puede hacer que algunos genes no se expresen.
La tecnología actual permite conocer, desde 2003, la información que contiene un gen, pero existen además otros elementos que intervienen, además de los genes, que faltan aún decodificar y que representan un 98% del genoma humano.
Esa información no nos dice que un solo gen sea responsable de una enfermedad, ya que las enfermedades son consecuencia de la interacción de varios genes, del medio ambiente y la participación de otros elementos que aún no se conocen.
Sin embargo, las variaciones genéticas individuales brindan la posibilidad de que en el futuro la medicina y los medicamentos puedan ser personalizados.
La ciencia está descubriendo que las diferencias en las especies no son causa de los genes por si mismos sino de la participación de los interruptores moleculares que son los que ordenan a los genes prenderse o apagarse y que se denominan materia oscura del genoma porque se encuentran en regiones del genoma no decodificable.
Todavía no se sabe qué es el fenómeno de la vida. Algunos creen que pudo tener origen en la Tierra y otros que pudo haber sido transportada por asteroides desde el espacio a este planeta.
Los experimentos han demostrado que a partir de un conjunto de moléculas inorgánica y bajo determinadas condiciones que recrean el principio de los tiempos en la Tierra, se puede crear materia orgánica.
Un gen no es una cápsula, sólo algunos de ellos pueden serlo porque también hay genes con funciones que los trascienden y que quizás nunca se logren descifrar.
La gente se cuestiona si algo es genético o adquirido, pero también hay elementos biológicos que influyen, que no son ni genéticos ni adquiridos.
Los genes no determinan por si mismos la diferencia entre las especies, ya que animales muy distintos pueden tener genes muy similares.
Nuestro genoma es 99% igual al de un chimpancé; y dentro de ese uno por ciento, en alguna parte, está la esencia que nos hace humanos y a cada uno diferente.
El genoma humano también tiene información sobre la personalidad y las capacidades de las personas y hasta nos podrían revelar quienes somos. Tal vez se pueda saber algún día qué clase de personas se puede llegar a ser y evitarlo si no es beneficioso para ella.
Aunque esa elección el hombre está en condiciones de hacerla utilizando su discernimiento.
Algunos apuestan a que se puede vivir sano y fuerte hasta los quinientos años; porque es probable que con la aplicación de células madres manipuladas para impedir que se enferme, en el futuro la gente podrá prolongar sus vidas muchos años.
La mayoría de las enfermedades que conocemos son debidas a causas genéticas pero los hábitos de vida pueden hacer que el organismo funcione normalmente.
Quien nace con un gen alterado está genéticamente determinado a desarrollar una enfermedad y también a trasmitirlo a su descendencia. El medio ambiente poco puede hacer en ese caso, tal vez retrasar o hacer más benigno ese proceso.
Esto ocurre con enfermedades como la hemofilia, la distrofia muscular, la fibrosis quística, la hemocromatosis, la enfermedad de Huntington.
Los científicos están tratando de descubrir los factores que pueden modificar lo que está genéticamente programado. La terapia genética, que consiste en usar los genes como medicina, tiene un futuro promisorio.
En un principio fue una propuesta para las enfermedades hereditarias pero ahora existen muchas más aplicaciones.