El Experimento Científico
El procedimiento experimental es uno de los pasos claves del método científico y tiene el propósito de comprobar o descartar las hipótesis con los hechos, mediante experiencias debidamente controladas en un laboratorio.
Fue el empirismo la corriente filosófica que priorizó la experiencia como criterio para llegar al conocimiento y la que le dio auge a este sistema durante los siglos XVI y XVII.
Los empiristas proponían que el hombre nace como una tabla rasa y que todo conocimiento proviene de la experiencia, a diferencia de los racionalistas que presuponen en los seres humanos la existencia de ideas innatas.
La ciencia empírica de esta manera plantea utilizar hipótesis de trabajo por medio de la observación y realizar los experimentos o pruebas específicas que servirán para confirmarlas o deshecharlas.
Una hipótesis es un supuesto, una explicación sobre un fenómeno o un razonamiento que relaciona varios hechos a partir de una observación.
La experimentación es el elemento indispensable en una investigación científica, el más difícil de implementar en la práctica porque no siempre se pueden controlar todas las variables y porque está sujeta a errores.
Por esta razón es importante que los experimentos los realicen varios científicos en condiciones similares, para obtener así una “validez convergente” de las hipótesis.
Para realizar un experimento científico es necesario e ideal, reproducir el fenómeno en cuestión en un laboratorio, tratando de controlar todas las variables que puedan influir en los resultados, para que éstos sean más confiables.
Pero no siempre se pueden trasladar los fenómenos observados a las condiciones ideales de un laboratorio dado que muchos de ellos tienen características que lo impiden, como por ejemplo los relacionados con la ecología, la astronomía o la meteorología. El objeto de estudio de estos fenómenos hace imposible reproducirlos en forma confiable en condiciones controladas y además éstos procesos se desarrollan en lapsos de tiempo que trascienden la expectativa de vida de un ser humano; y en el área de las ciencias sociales, como la política, la sociología, ciertas áreas de la psicología o la economía, ocurre lo mismo.
Las ciencias físicas, la química, la biología y la medicina pueden probar o refutar sus hipótesis con experimentos realizados en un laboratorio.
Un experimento exige la elaboración de un diseño o modelo de las pruebas más adecuadas que reproduzcan los fenómenos a comprobar tratando de aislar cualquier variable interviniente.
Este modelo debe incluir pruebas de control que son paralelas a la que se realiza, pero sin aplicarle la variable a comprobar, a fin de comprobar y percibir las diferencias.
Por ejemplo, para probar un medicamento se lo aplica a un grupo mientras al grupo control se le administra un placebo, sin que los participantes sepan quien recibe el verdadero y quien el falso.
Los resultados demostrarán la eficacia o no del producto según el valor estadístico que se registre pudiendo llegar de esta manera a conclusiones significativas.
Los experimentos permiten, no sólo comprobar o refutar las hipótesis sino también formular nuevas preguntas e iniciar nuevas investigaciones a partir de ellas, ayudando a incrementar los conocimientos.
La ciencia tiene un desarrollo histórico que muestra una dinámica de avances y retrocesos, con nuevos cuestionamientos, revisiones e incesantes replanteos.
El método experimental es una forma de aproximación a la verdad siempre sujeta a posibles modificaciones y correcciones.
La verdadera esencia de la ciencia es la permanente búsqueda, no la verdad absoluta, porque lo importante en este mundo es no dar por sentado ningún conocimiento y ponerlo a prueba aunque se presuma su certeza.