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El simbolismo mitológico del Minotauro

Publicado por Christian

El toroEn la actualidad, sabemos que, en gran cantidad de pueblos agricultores, el toro, como símbolo fundamental de la fertilidad, fue incluso considerado como una manifestación única de fuerza divina, entendida de forma más exacta desde este punto de vista, más que como una divinidad propiamente dicha.

El toro, remontándonos a épocas históricas, las cuales no ayudarán en su mayor medida a conocer de cerca este simbolismo y su relación con el mito del Minotauro (y su posterior y evidente reflexión filosófica), fue sagrado en lugares como la desaparecida Babilonia, Egipto y Persia. No en vano, en la misma Grecia lo encontramos con una forma que puede adoptar un dios para manifestarse a los hombres (algo que de forma exacta recibe el nombre preciso de epifanía), de Zeus e incluso de Poseidón.

Además, es importante notar que el toro también se consideraba un símbolo de la luna y la feminidad en algunas culturas, como la celta y la nórdica. En la mitología celta, el toro era un emblema de la fuerza física y la potencia viril, mientras que en la nórdica, el toro era un símbolo de la fertilidad y la abundancia. En ambas culturas, el toro también se asociaba con la protección y la valentía.

Sin embargo, lo más curioso de constatar es que el toro, como manifestación en sí divina, fue en muchas zonas el centro principal de sacrificios, que, en su forma de desarrollarse y posterior evolución, llegaron a asumir aspectos de juegos auténticos: en Tesalia, por ejemplo, los jóvenes situados en un caballo perseguían a un toro y, una vez que éste fuera alcanzado, se lanzaban al galope sobre su cuello, agarrándolo por los cuernos e intentando derribarlo.

En Ténedos o Tesalia existían verdaderos cultos en los cuales un individuo, el cual era previamente designado, debía matar a un toro mediante un complicado ceremonial; en épocas más remotas, cuando los sacrificios humanos eran inclusive mucho más habituales, el «asesino» del toro era asimismo sacrificado.Apariencia aproximada de un Minotauro

Por todo ello, es algo más que fácil encontrar un nexo, una relación de unión existente entre estos ritos y el mito en sí del Minotauro (tratado en un artículo anterior), pues en Creta, la isla de Minos, se han encontrado reproducciones de los juegos (algunos historiadores e investigadores opinan que muestras de claras ceremonias), cuyo centro fundamental era la lucha entre la habilidad, la astucia, y la fuerza de doncellas y jóvenes y el ímpetu brutal de un animal de estas características y envergaduras.

No en vano, y si seguimos analizándolo un poco más de cerca, la lucha contra el toro (tauromaquia), pasó a ser practicada en otras naciones, aunque, poco a poco, fue perdiendo esa importancia vital, y su correspondiente significado religioso.

Por lo demás, por ejemplo todavía a día de hoy, en la actualidad, tenemos un ejemplo vivo de ello en países como España, Portugal, y algunos países de Hispanoamérica, donde se celebra la famosa corrida de toros.

Además, es interesante resaltar que el simbolismo del toro y el Minotauro también ha permeado en la literatura y el arte contemporáneo. En la literatura, el Minotauro a menudo representa la lucha interna del hombre contra sus instintos más básicos y salvajes. En el arte, el toro y el Minotauro han sido representados de diversas maneras, desde la representación clásica de un hombre con cabeza de toro hasta interpretaciones más abstractas y simbólicas. En todas estas representaciones, el toro y el Minotauro siguen siendo símbolos poderosos de fuerza, fertilidad y lucha interna.