El Simbolismo de los Cuentos Infantiles
Los cuentos infantiles, así como también la mitología y la literatura clásica, describen en forma simbólica el camino del héroe, o sea los obstáculos que el hombre tiene que sortear en la vida, la lucha entre el bien y el mal, el miedo al cambio, el desafío que representa el crecimiento y la transformación, el descubrimiento de la propia identidad y del propósito de la vida.
La adolescencia es el período de la vida en que se producen grandes cambios. Es el momento en que el comportamiento se puede tornar hiperactivo, audaz y temerario, que sirve para descargar los impulsos y probarse a si mismo o singularmente pasivo y aletargado, de gran ensimismamiento e introspección, sin ánimo de enfrentar la vida con un cuerpo que no es más el de un niño.
Estas conductas opuestas, que se pueden presentar en forma alternativa, se manifiestan en los cuentos infantiles, a través de las fantásticas aventuras que vive el héroe y que de pronto puede ser inmovilizado o capturado por un enemigo o transformado en un monstruo por algún hechicero, simbolizando las dificultades que deberá enfrentar un niño para aceptar el crecimiento.
Los cuentos de hadas relatan las enormes hazañas que deben realizar los héroes, así como la larga y profunda introspección que necesitan para despertar a la felicidad y a la vida, con la fuerza necesaria para seguir adelante y volver a ser él mismo.
El cuento “La bella durmiente” tiene como tema central la pasividad a la que es sometida la protagonista para lograr la plenitud, previo período forzoso de inactividad que puede parecer eterno pero que finalmente da paso a la aventura que revelará su masculinidad o feminidad.
Perderse en un frondoso bosque representa el abandono de la seguridad de la niñez para internarse en un terreno nuevo y desconocido, donde tendrá que enfrentarse a monstruos, brujos o dragones que simbolizan sus propios impulsos y su angustia, que lo obligarán a perder su inocencia.
Estos cuentos le dan el coraje al niño para no temer el peligro de la pasividad, ya que un largo período de reposo y concentración puede ser muy favorable en el tránsito hacia la etapa adulta, porque recién cuando aprenda a entender y dominar su mundo interno y el externo podrá encontrarse a si mismo y conseguir su propia identidad.
El niño se identifica con el héroe y se da cuenta que él también tiene problemas que son difíciles de resolver.
Existen miles de historias, pero los mensajes son siempre los mismos, o sea revelar las verdades más importantes acerca de la vida.
En los cuentos también aparecen las expectativas de los padres, simbolizadas por las profecías de magos, adivinos o brujos y sus esfuerzos inútiles por evitarles sufrimientos, debido a la fuerza del destino.
Las pasiones humanas también están presentes en los cuentos, como el odio, la venganza, la ambición, los celos, la envidia, que por lo general llevan a los personajes malvados a la muerte, mientras que las cualidades como la generosidad, la bondad, la compasión, la sinceridad y el amor del héroe le permiten lograr el triunfo.
Los finales felices son una característica fundamental en los cuentos infantiles; y para que esto sea posible es necesario que los malos tengan su justo castigo y el héroe su recompensa, ya que la felicidad y el bien deben ser idénticos.
Los cuentos simbolizan la incapacidad de los padres de proteger a sus hijos de las distintas crisis que tienen que pasar durante su crecimiento, que a la vez es la oportunidad que tienen de acceder a un nuevo nivel de existencia.
Fuente:»Psicoanálisis de los cuentos de hadas», Bruno Bettelheim