Filosofía Moderna
En la filosofía moderna el idealismo gobierna
Hasta el siglo XV la filosofía fue, durante toda la Edad Media, un instrumento que se subordinó al dogma religioso.
El Renacimiento, momento cultural que se caracteriza por la vuelta del hombre sobre si mismo y por el espíritu de la antigüedad clásica; revaloriza el conocimiento racional como método para aprehender el mundo físico, y le abre las puertas al empirismo y al racionalismo.
Son dos estilos filosóficos que se proponen darle a la filosofía un marco racional que no se oponga a los datos de la experiencia, como las demás ciencias.
La Edad Moderna, que es el período comprendido desde la toma de Constantinopla en 1453, hasta principios de la Revolución Francesa en 1789 y comienzos de la revolución industrial, se caracteriza por el surgimiento y desarrollo de las ciencias físicas y naturales y es entonces cuando la filosofía se centra en el problema del conocimiento.
El representante más importante de la filosofía moderna es René Descartes(1595-1650), quien es considerado su fundador. Descartes fue un pensador revolucionario que cambió la forma en que se veía la filosofía y el conocimiento en general. Su pensamiento se basó en la duda metódica, un enfoque que cuestionaba todo hasta que se encontraba una verdad indudable.
La filosofía de Descartes es un método para llegar al conocimiento y representa el ingreso al idealismo filosófico. Este idealismo no es una mera especulación, sino una forma de entender la realidad basada en la idea de que la mente tiene un papel central en la formación de nuestro conocimiento del mundo.
El idealismo exige una adaptación porque requiere una actitud voluntaria y la intención de dirigir la atención hacia la interioridad; contrariamente al realismo del mundo griego que era espontáneo y abierto hacia las cosas.
Este método consiste en dudar de todo para llegar a una verdad de la cual no se pueda dudar. Para Descartes, el yo que duda, por lo tanto, es lo único de lo que se puede estar seguro que existe.
La duda lo lleva a la evidencia del yo pensante y desde allí a su existencia; o sea que del yo se trasciende a la realidad e inclusive a la existencia de Dios que es la razón última.
Descartes hace una distinción entre pensamiento y materia y este dualismo metafísico cartesiano establece una distinción radical entre la mente, cuya esencia es el pensamiento, y la materia, cuya esencia es la extensión tridimensional.
Para Descartes hay identidad entre el yo y el pensamiento; el yo es una sustancia pensante que existe y la idea de Dios también existe, porque una idea tan superior al hombre debe necesariamente responder a una realidad fuera del pensamiento; y Dios es la única garantía de que los objetos pensados claros y distintos sean reales.
La física cartesiana considera la extensión como único atributo de la materia, que es geométrica, eliminando todas las demás cualidades. La naturaleza para él es mecánica y se ordena matemáticamente y la cantidad de movimientos es constante.
Además del impacto de Descartes, la filosofía moderna también fue moldeada por otros pensadores importantes como Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz. Spinoza propuso un panteísmo, donde Dios y el universo son una y la misma cosa, mientras que Leibniz desarrolló la teoría del monadismo, donde la realidad está compuesta por una infinidad de sustancias simples e indivisibles llamadas mónadas. Estas ideas, junto con las de Descartes, formaron la base de la filosofía moderna y tuvieron un impacto duradero en el pensamiento occidental.