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La Filosofía y la Culpa

Publicado por Malena

La Filosofía y la Culpa

Si me siento culpable, conmigo mismo seré implacable

La filosofía se ha ocupado del fenómeno subjetivo de la culpa que representa un elemento crucial para entender la realidad.

En el sentido teológico la culpa es la transgresión voluntaria de la ley de Dios, ya sea con el pensamiento, con la obra o con la omisión.

En sentido civil es la falta o delito que provoca un perjuicio o daño a alguien; si es voluntario se considera culpa dolosa y si es involuntario representa una culpa negligente.

La filosofía nos puede ayudar a conocer el estado culposo y a reconocer sus causas y consecuencias en la vida de toda persona.

La culpa se relaciona con la cultura y con los valores, ya que el código moral de cada grupo humano puede diferir debido a circunstancias históricas, condiciones geográficas o tradiciones, pero esencialmente se rige por normas similares que obligan a observar determinadas conductas y a desalentar otras.

Algunos filósofos relacionaban la culpa con la imperfección humana. El hecho de ser imperfecto provoca en el hombre sentimientos de culpa por no ser perfecto, porque la idea de perfección es su anhelo más profundo.

De modo que ya nacemos con culpa, sólo por el hecho de ser imperfectos.

En Oriente atribuyen la culpa de nacimiento al karma o aflicción que heredamos de vidas anteriores. El karma es el condicionamiento que nos hace actuar siempre de una manera generando aflicción.

Para los orientales es fundamental el autoconocimiento, porque es la forma de darse cuenta de los errores y salir de la rueda de condicionamientos y de las sucesivas reencarnaciones para limpiar el karma.

La religión occidental propone el pecado original, que heredan todos los hombres de los primeros padres, Adán y Eva por pretender ser como dioses.

La religión perdona el pecado original con el Bautismo, quedando el alma de los hombres bautizados limpia de ese pecado. Posteriormente, por medio de la confesión de los pecados y la comunión con Dios se puede obtener el perdón.

El perdón representa la liberación de la culpa, es la oportunidad de quedar limpio de culpa por medio de la fe.

De modo que la liberación de la culpa constituye un punto neurálgico en el intento de la comprensión de la realidad de todo pensamiento filosófico y religioso.

El intento de comprender las enfermedades y muertes de niños pequeños, permitió surgir la necesidad de la existencia de otras vidas pasadas como la causa de la aflicción en esta vida y la necesidad de la reparación.

Si una persona tiene fe, el perdón de los pecados le permite limpiar su alma de culpas y seguir adelante sin ese condicionamiento que disminuye la autoestima y exige reparación por cualquier medio.

Si no tiene fe, si responde a un código ético le permitirá permanecer en equilibrio y sin culpa.

El código ético es universal y permanece en el inconsciente colectivo. Es el que juzga nuestras acciones y discrimina entre el bien y el mal.

Este código ético está relacionado con los valores, algunos de ellos absolutos y universales y otros circunstanciales.

De modo que cada persona tiene plena conciencia del bien y del mal aunque no haya recibido instrucción alguna y ese marco de referencia interno discrimina todas nuestras acciones.

Toda culpa exige reparación o perdón, de otra manera obstaculiza el normal flujo de la vida.

El sentimiento de culpa baja la autoestima y desarrolla odio a si mismo. Este odio se proyecta en forma de violencia hacia los otros.

La violencia es la proyección del odio hacia uno mismo.