John Rawls

Si tuviéramos que elegir la figura más importante de la historia en el ámbito de la teoría política nos vendrían a la mente diversos e influyentes nombres que nos harían muy difícil la elección. Sin embargo, si acotamos la elección entre los pensadores del siglo XX, a pesar de que también hay muchos y de vital importancia, hay un nombre que probablemente destacase entre los demás, independientemente de lo de acuerdo que estemos con sus ideas y posición política. Estamos hablando de John Rawls.

Una teoría de la justicia

Publicada en 1971, Una teoría de la justicia, trata de sentar las bases de una teoría que logre derribar al utilitarismo, dominante por entonces y todavía hoy muy influyente en ámbitos como el de la economía. Para Rawls una teoría justa no podía ser consecuencialista, obviando las implicaciones que pueden surgir de los medios utilizados. De ahí que el pensador estadounidense pergeñase una teoría procedimental, que fuera capaz de desbancar al utilitarismo y que solventase los problemas que surgen de ésta.

El análisis de esta obra en concreto nos da para varias entregas, lo que haremos en diferentes días, y se aleja un poco de la pretensión del presente artículo, tan sólo introducir la figura y enmarcarla atendiendo a su importancia en la teoría política del siglo XX.

Tras Una teoría de la justicia, Rawls escribiría en 1973 El liberalismo político, donde trató de responder a las críticas que surgieron de su primera obra. En algunos casos logrará solventar los problemas, en otros creerá hacerlo pero no será así o sencillamente se verá incapaz de lograrlo, aunque a su parecer no fueran cuestiones tan importantes como para invalidar toda su teoría.

Los críticos de Rawls

Probablemente el camino más fiable de medir la importancia de una obra y/o de un pensador sea analizar el número de veces en que es mencionado por otros pensadores y aparece de alguna forma u otra en libros, artículos, etc. No importa si se le menciona para criticar o para alabar, para asentir con su pensamiento o para derribarlo, si todas las personas que se dedican a pensar sobre un tema determinado terminan hablando sobre un escritor en concreto, es que su talla debe ser descomunal. Y este es el caso de John Rawls.

Después de la publicación de Una teoría de la justicia, no hay filósofo político que pretenda tratar sobre la justicia, que considere la idea de diseñar una teoría de la justicia, que no tenga que acudir a Rawls o a sus críticos. De hecho, es uno de los libros más comentados y criticados en el campo de la filosofía política.

En realidad, toda la obra rawlsiana, no sólo su obra cumbre, ha tenido una influencia vital en todos los filósofos y pensadores posteriores. Hasta sus mayores críticos, como puede ser Amartya Sen, aceptan la grandeza de Rawls y todo lo que han aprendido de él. A pesar de las fallas, de que al final probablemente distase mucho de lograr una teoría justicia, su figura representa una piedra de toque en un intento de superar el utilitarismo y abrir nuevos caminos para la justicia.

Imagen: en.wikipedia.org