Platón – Banquete – Parte I
“Amor es todo deseo de cosas buenas y de felicidad”
El Banquete es la obra maestra de Platón desde el punto de vista literario como filosófico. Pertenece a los Diálogos de la Madurez junto con sus obras Menón, Fedón, Fedro y República.
El protagonista principal, como es habitual en las obras de Platón, es Sócrates, en este caso enfrentando a la vida, dialogando con sus discípulos. El autor no está presente.
Sus diálogos están centrados en la búsqueda de definiciones y es un complemento de la Apología de Sócrates, que se refiere principalmente a su defensa en el juicio en el que fue condenado en forma injusta pero legal y que finalmente, a pesar de los esfuerzos de sus amigos para salvarlo, que él no aceptó, lo llevaría irremediablemente a la muerte.
Desde tiempos inmemoriales, la comida y las bebidas entre los griegos siempre estuvieron asociadas a la producción literaria y a la poesía. Los hombres se reunían largas horas alrededor de la mesa para disfrutar de la buena comida y bebida y para dialogar sobre los acontecimientos y los distintos temas de la vida.
Cada uno tenía la oportunidad de esgrimir sus argumentos y también de escuchar a los demás para luego discutir las coincidencias y las discrepancias.
Banquete es un gran debate o duelo de discursos sobre el tema de la naturaleza del amor y el dios Eros. Es el primer tratamiento extenso de la doctrina de Platón, que no está presente en el banquete, en relación con el amor.
Todo el diálogo es relatado.
Apolodoro, está reunido en un banquete, con un grupo de hombres importantes que desean que les relate, lo dichos sobre el amor de Sócrates, Alcibíades y otras personas conocidas durante un festejo acaecido muchos años antes en casa de Agatón, el poeta.
Sócrates en esa ocasión no hizo más que repetir a los asistentes lo que le había enseñado una misteriosa mujer, y los presentes a ese banquete posteriormente fueron los encargados de transmitir estas idéas.
Es un homenaje de Platón a Sócrates con el afán de redimirlo de las falsas e inmerecidas ofensas públicas que había sufrido y para evocarlo a través del recuerdo de sus palabras.
Los primeros oradores defienden la emoción amorosa interpretándola como una forma de compensar nuestra falta de perfección, enfatizando la inspiración de los dioses para elegir lo bueno y rechazar lo malo, en una búsqueda del complemento que nos hace falta.
La conversación de Sócrates, comienza describiendo al amor como una tendencia hacia el bien, que significa querer el bien y ser feliz con el cuerpo y con el alma.
(continuación en Parte II)