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Separación Iglesia-Estado

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Que pasada la primera década del siglo XXI la separación Iglesia-Estado sea un tema de actualidad es vergonzoso. En nuestra opinión ya debería haberse superado, colocando al clero en la parroquia, mientras que el Estado actúa con independencia de todo credo religioso. Esto recibe el nombre de laicismo y en los Estados en los que cualquier religión es admitida pero independiente del Estado reciben el nombre de Estados laicos. En principio la mayoría de Estados modernos son laicos, sin embargo, algunos de ellos solo lo son sobre el papel, siendo en la práctica estados casi teocráticos, lo cual hace que la vieja cuestión sobre la separación Iglesia-Estado salte a la palestra.

Separación Iglesia-Estado

Esta caricatura puede ser tomada como un fiel reflejo del laicismo en España.

Breve historia sobre la separación Iglesia-Estado: a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.

La cuestión sobre la separación Iglesia-Estado es bastante antigua. Se remonta al menos a las postrimerías del siglo V d. C. En efecto, en aquellos tiempos se entendía que el Estado y la Iglesia, el poder temporal y el poder espiritual respectivamente, debían estar netamente separados puesto que, se argumentaba, así lo había dicho Jesús. El fundamento de esto se encontraba en las escrituras, concretamente se citaba Lucas 22, 38: «Los apóstoles dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y Jesús les respondió: es suficiente». Cada una de las espadas, se decía, representaban a cada uno de los poderes, el temporal y el espiritual. Así, en 494 d. C. el papa Gelasio I escribió una carta al emperador Atanasio, que posteriormente se conocería como Decreto gelasiano, que probablemente se basaba en este pasaje para justificar la separación e independencia entre el poder temporal del emperador y el poder espiritual del papa. No obstante, también establecía que, en la jerarquía de poderes el Estado estaba por debajo de la Iglesia: «la responsabilidad del sacerdocio es mayor, puesto que tiene que rendir cuentas a Dios no solo por sí mismo, sino también por los reyes. Por ello, el mismo emperador inclina su cabeza ante el soberano pontífice».

Sin embargo, casi cinco siglos después, el papa León IX, a mediados del siglo XI, saca a relucir la donatio Constantini, un documento en el que se narra una historia falsa y según el cual el emperador Constantino habría concedido al papa y a sus sucesores unos cuantos privilegios. Entre los años 40 del siglo XIII y los 40 del siglo XIV la donatio Constantini fue muy popular, sobre todo a la luz del hecho de que existía una encarnizada lucha por el poder entre el papado y los emperadores que gobernaron el Sacro Imperio Romano Germánico durante ese periodo.

Y así, la filosofía política medieval estaba marcada por esta cuestión. Después a partir del nacimiento del Humanismo, durante el Renacimiento, y posteriormente con la Ilustración, iba quedando claro que el lugar del clero era la parroquia y el poder era cosa del Estado.

La separación Iglesia-Estado en la actualidad: el caso de España

El caso de España es un ejemplo paradigmático de lo que es un Estado laico sobre el papel y casi teocrático en la práctica. En este caso, el Gobierno está formado por miembros laicos y casi religiosos (el Ministro de Interior es miembro supernumerario del Opus Dei, es decir, es alguien que pertenece a una secta religiosa cuyo objetivo en la vida es llevar los preceptos de dicha secta al resto de la sociedad, incluida la ley). Por otra parte, en algunas de sus leyes la religión se inmiscuye en la sociedad civil. Así, ayer mismo fue aprobada la LOMCE, la nueva ley educativa del ministro Wert. Esta ley hará que la nota de Religión entre en la nota media en el Bachillerato, a la vez que se propondrá una asignatura alternativa a la religión con un alto grado de dificultad y que también contará para la nota media. Y esto no es todo. En estos momentos hay en preparación una reforma sobre la ley del aborto, que devolverá el aborto a la situación legislativa del año 1985, en el mejor de los casos. En este caso, los presupuestos que motivan esta ley tienen un fuerte carácter religioso.

Esto por lo que respecta a leyes particulares. Por lo demás, la Iglesia católica en España disfruta de una serie de privilegios tales como exenciones de impuestos, los cuales ponen en entredicho que se trate, de hecho, de un Estado laico.