Cultura animal
Una de las tesis que más picores causa en religiosos, filósofos y científicos es que existe la cultura animal. Por otra parte, esta misma tesis causa un gran regocijo en filósofos y científicos. Es decir, actualmente es un campo de batalla. En nuestra opinión, la respuesta a la pregunta sobre si hay cultura animal es que sí. Es más, por lo que sabemos toda cultura es animal pues el ser humano mismo es un animal. Vale la pena decir que quienes sostienen que no hay cultura animal, sostienen que la única cultura que hay o que se conoce es la cultura humana. No es que caigan en una contradicción, ni siquiera significa que piensen que el ser humano no es un animal. Más bien piensan que el ser humano es especial, idea que formulan a través de fórmulas altisonantes, tales como que «el ser humano es el animal que tiene cultura» o «la cultura es característicamente humana». Bien, lo que nos interesa a nosotros aquí es mostrar en qué se basa esta diatriba y porque nos resulta demasiado artificial.
Jugueteando con el concepto de cultura
El concepto de cultura se diferencia de otros conceptos, como el de pera o el de silla, en que no se refiere a un objeto ostensible. Más bien es un concepto introducido en el lenguaje para describir ciertas conductas. Resulta que nos encontramos en la naturaleza con que muchos animales, humanos incluidos, se rascan y que esto no lo han aprendido de nadie, lo hacen de forma natural. Es un comportamiento innato. Por otra parte, nos encontramos con que algunos animales cocinan lo que comen. Esto no es natural, es aprendido de otros individuos mediante la interacción social. Con el concepto de cultura tratamos de recoger lo segundo, no lo primero.
Pues bien, resulta que antaño, en la época colonial sobre todo, se pensaba que solo los humanos tenían ese tipo de conocimiento aprendido. Sin embargo, conforme la investigación revelaba la existencia de ese tipo de conocimiento aprendido en otras especies animales, muchos teóricos comenzaron a poner límites a sus conceptos de cultura. En algunos casos hubo quien llegó a decir que lo que en esas especies había era una «protocultura». Aquí lo importante es señalar que las partes empeñadas en sostener que los animales no tienen cultura les interesa que entre la conducta de animales no humanos aprendida en el seno de una sociedad y la cultura humana exista una diferencia cualitativa y no cuantitativa.
Lo cualitativo y lo cuantitativo
Cuando el objetivo pasa por defender que hay una diferencia cualitativa entre lo que podríamos llamar cultura animal y la cultura humana, se está diciendo que se trata de dos propiedades distintas, que no son la misma cosa. Por su parte, cuando decimos que entre la cultura humana y la cultura de animales no humanos hay diferencias cuantitativas, estamos diciendo que son la misma cosa en distinto grado de complejidad. Desde este punto de vista, la cultura humana sería más compleja que la cultura del orangután, aunque en todo caso se trataría de cultura.
¿Hay cultura animal?
En esta entrada hemos querido plantear la cuestión. En la siguiente entrada vamos a dar una definición de cultura, a la par que criticaremos otras menos plausibles. Nuestra definición permitirá incluir a seres no humanos entre los seres con cultura. De modo que nuestra respuesta quedará detallada allí, limitándonos a decir aquí un simple «Sí, hay cultura animal».