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Más allá de la ciencia

Publicado por Malena

Más allá de la ciencia

Mannheim (1936), en su sociología del conocimiento, señala que la realidad se configura a través de la estructura y la forma de ser de una sociedad que está de acuerdo con múltiples supuestos implícitos que operan a través del lenguaje.

Cada lenguaje presenta categorías arbitrarias y reglas sintácticas, que se interrelacionan, segmentando en forma artificial y singular, la existencia.

La ciencia por su parte, continúa organizando y codificando las experiencias, enfocada sólo hacia algunos aspectos de la realidad y no hacia otros.

Cada rama de la ciencia es más precisa transformándose casi en una subcultura, con su propio lenguaje y su propia cosmovisión.

Kuhn (1970), señala que las escuelas científicas presentan elementos arbitrarios, como por ejemplo, los supuestos de los que parten, basándose en los sentidos y en la técnica; y todo eso es empleado como base de una investigación seria.

Pasa lo mismo con las categorías conceptuales de la formación profesional, en que el científico intenta dividir la naturaleza, dando por supuesto que sabe cómo es el mundo.

Este modo de ver el mundo, no acepta nada que no se ajuste a sus parámetros y lo hemos visto manifestarse en el rechazo que produjo Sigmund Freud cuando presentó sus primeros trabajos; y también ahora a través de los obstáculos que pone la «Asociación norteamericana para el progreso de la ciencia», con respecto al reconocimiento de la parapsicología como legítimo campo de investigación científica.

Kuhn utiliza la palabra paradigma para designar los valores, las técnicas, etc. que comparte una comunidad; y un paradigma científico también constituye un orden compartido comunitariamente para decidir qué es falso y qué es verdadero.

Los paradigmas se perpetúan y transmiten por medios semejantes al proceso de socialización, durante el cual el científico integra el paradigma que le corresponde a su rol específico como profesional y no le permite apartarse de él.

Esta difusión del paradigma no se limita a la ciencia sino también a todas las reglas implícitas que corresponden a las funciones de todas las áreas de la comunidad, que son impartidas junto al aprendizaje formal.

El estudio del comportamiento humano se puede considerar reciente ya que la psicología formal tiene menos de cien años; sin embargo, el intento de entender la conducta del hombre es tan antiguo como el hombre mismo.

Si se desea tener una visión más amplia de la psicología humana debemos considerar otros sistemas de psicología, para descubrir otras posibilidades que no se logran percibir con los enfoques que ya conocemos.

Puede que esta sea la forma de descubrir códigos diferentes que nos muestren nuevos elementos valiosos para la comprensión del hombre.

Para poder acceder a la sabiduría y a la singular percepción que logran las psicologías primitivas, se necesita llegar a una apertura similar.

Cada cultura tiene un vocabulario definido para referirse a los distintos ámbitos de la existencia. En nuestra cultura, para la descripción de una experiencia interior, el principal vocabulario técnico que se utiliza es el que se relaciona con los estados psicopatológicos; en tanto que en las culturas asiáticas, como la India, tienen un vocabulario más nutrido para referirse a los estados alterados de conciencia y a las etapas del desarrollo espiritual.

La realidad tiene una configuración determinada por consenso pero que puede ser arbitraria, donde un estado alterado de conciencia puede interpretarse como un modo de ser antisocial o rebelde, que se teme, por ser impredecible.

Culturas llamadas primitivas o tradicionales, pueden ser menos productivas, desde el punto de vista económico, pero son mucho más expertas en cuanto a todo lo que se refiere a la conciencia.

Estas culturas educan especialmente a algunos de sus miembros o a todos, para lograr alteraciones de la conciencia y utilizar esos estados con fines curativos.

Muchas psicologías primitivas abarcan no sólo la conciencia normal de vigilia sino que se extienden a otros estados de conciencia que Occidente apenas conoce.

Los estados de iluminación, liberación o despertar, no tienen un equivalente en la psicología occidental; en cambio las psicologías tradicionales asiáticas abarcan las principales psicologías contemporáneas y otros estados de conciencia y además, aporta los medios para alcanzar esos estados, por ejemplo por medio de la meditación o la respiración controlada.

Fuente: “Más allá del Ego”, Abraham Maslow y otros.