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Qué es el Feng Shui

Publicado por Malena

El Feng Shui es una práctica perteneciente a la cultura china que tuvo su origen en antiguos manuscritos metafísicos.

Se ocupa de la energía (chi), del hombre y de su entorno y representa el estudio de la fisonomía ambiental, o sea que mediante fórmulas y cálculos, puede evaluar el potencial y el eventual devenir de las personas, según la forma del espacio que las rodean.

En Occidente, la incorporación de esta disciplina es un proceso que ya está en marcha, pero como todo lo que se transmite de una cultura a otra, ha sufrido las modificaciones necesarias ya que se trata de una forma de vida totalmente diferente.

Desde el punto de vista etimológico las palabras Feng Shui significan viento y agua respectivamente.

El viento se refiere al movimiento de la energía (denominada chi) que se encuentra en todas las cosas del universo, que nutre y orienta los actos y las actitudes de las personas; y que es el portador del chi o energía vital que está en los deseos, las metas, las aptitudes, las actitudes y los sentimientos de las personas.

El agua representa la fuerza visible que contiene esa energía vital, que está presente en el lugar que habita, donde trabaja o en cualquier otro espacio que ocupa.

El viento y el agua interactúan mutuamente y se influyen.

El hombre es él y su entorno y ambos representan las fuerzas de la naturaleza, que unidas hacen el éxito o el fracaso de los acontecimientos de la vida.

El Feng Shui es tanto una ciencia como un arte y comprende la totalidad. Su función es armonizar lo interno y lo externo.

Es el arte de observar y analizar el ambiente en que se encuentra una persona para mejorar su calidad de vida; y es el conocimiento metafísico que permite reconocer y accionar sobre la energía de un espacio para favorecer el resultado de los esfuerzos de quienes lo ocupan.

Los estudios de Feng Shui que se realizan en un lugar determinado tienen el propósito de atraer, retener y armonizar la energía del lugar y a la vez orientar la energía hacia la realización de las metas de las personas que lo habitan.

Es necesario, en primer lugar, evaluar el estado de ánimo de los habitantes del lugar que se va a estudiar y luego determinar cómo debería ser ese espacio para favorecer los deseos de las personas que lo ocupan, en forma específica y subjetiva.

No se trata de algo milagroso que soluciona todos los problemas sino que es parte del factor cósmico que influye en nuestras vidas, ya que el resto depende del factor humano y del destino.

El Feng Shui, no es sólo una modalidad decorativa sino que es una alquimia espacial, porque transforma el ambiente y las vidas de las personas según sus deseos.

Básicamente, utiliza las cualidades complementarias de los elementos (fuego, agua, metal, madera, árbol y tierra) y del Yin (femenino) y del Yang (masculino).

Cada uno de estos elementos representa un tipo de frecuencia vibratoria energética con determinada dinámica y característica, igual o comparable a la de cada elemento y aspecto Yin y Yang.

La antigua doctrina del Tao propone que cada parte compromete al todo, en consecuencia la falta de armonía de un objeto, o de un espacio o de una persona que lo habita, alterará la armonía del conjunto. Por esta razón no dará ningún resultado armonizar sólo un ambiente y no todos.

Según el principio del Tao, el desorden externo es un reflejo de la falta de armonía interna.

En la práctica del Feng Shui se necesita conocer cuál es la perturbación personal, qué es lo que necesita la persona que está en ese espacio, qué desea genuinamente, qué es lo que la hace feliz.

O sea, que primero hay que ordenar el alma, abrir la mente y el corazón y luego se debe iniciar el trabajo de armonización del entorno.

Fuente: Lic. Florencia Rego, “Hacia nuestro ser”, “Un mundo mejor”, No.12, julio 2011.