El Código Secreto de Platón
Un hallazgo sin precedentes logró alcanzar la luz en la Universidad de Manchester, como resultado de las investigaciones realizadas por el doctor Jay Kennedy, que podrían modificar significativamente el criterio sobre las raíces de la filosofía occidental.
Este descubrimiento reveló que Platón utilizó un patrón regular de símbolos en sus escritos, que también habría sido empleado por los seguidores de Pitágoras, que consiste en brindar a sus libros la misma estructura de la música. Este patrón, conocido como «el código secreto de Platón», no solo es una prueba de la genialidad del filósofo, sino que también proporciona una nueva perspectiva de su obra y su influencia en la filosofía y la ciencia.
Además de dejar un valioso legado de textos sobre política, ética, filosofía, física, matemáticas y otros temas, Platón hizo también una importante contribución a la música a través de partituras ocultas en sus textos. Este hecho, que ha sido objeto de intensos debates entre los expertos, demuestra la versatilidad de Platón y su habilidad para fusionar diferentes disciplinas en una sola obra.
Pitágoras ya había afirmado, cien años antes, que los astros y planetas emitían un sonido musical inaudible, una “música de las esferas”. Platón, siguiendo esta línea de pensamiento, incorporó esta idea en su obra, creando una simbiosis entre la filosofía y la música que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Platón fue un precursor de la revolución científica que se produciría dos siglos después, anticipándose a la idea de Isaac Newton sobre su descubrimiento de que la naturaleza nos habla en el lenguaje de las matemáticas. Este hecho, que ha sido ampliamente reconocido por los historiadores, demuestra la visión avanzada de Platón y su capacidad para prever los cambios en el paradigma científico.
Según el doctor Jay Kennedy, cada diálogo de los textos de Platón está dividido en doce partes y cada parte representa una nota musical en una escala de doce notas. La escala de doce notas era utilizada en la escuela griega para la producción con un monocorde, que era un importante instrumento tradicional de la época posterior a Pitágoras.
El doctor Kennedy investigó los escritos de Platón durante cinco años y halló en la República, el libro más conocido de este célebre filósofo, un patrón regular en el que estaban representadas las doce notas de la escala musical griega. Este patrón, que ha sido denominado «el código secreto de Platón», es una prueba más de la genialidad del filósofo y de su capacidad para fusionar diferentes disciplinas en una sola obra.
Algunas de las notas eran disonantes y otras armónicas notando que las partes del texto en las que estaban las notas armónicas estaban asociadas con los sonidos que se refieren al amor o a la risa y los sitios donde estaban las notas disonantes, que eran sonidos desafinados y estridentes, se relacionaban con párrafos que trataban temas sobre la muerte o la guerra.
Había descubierto el código musical que fue la clave para interpretar toda la estructura simbólica de los escritos de Platón. Este código, que ha sido objeto de intensos debates entre los expertos, demuestra la versatilidad de Platón y su habilidad para fusionar diferentes disciplinas en una sola obra.
El hecho de que Platón dejara ocultos en sus libros estos mensajes musicales fue con la intención de evitar que la justicia lo condenara a muerte por sus ideas, las cuales implicaban una visión del universo regido estrictamente por leyes matemáticas, sin participación de dios alguno.
Algunos investigadores históricos consideran que Platón fue el precursor del misticismo moderno, al pensar en la posibilidad de una religión con un único fundamento: las matemáticas, sin tener en cuenta el método científico, originado años antes en la región jónica de Grecia.
De este modo, la realidad quedaba dividida en dos: por un lado estaban las ideas perfectas y eternas de las matemáticas y por otro el mundo sensible, imperfecto, finito e ilusorio. A la armonía de las matemáticas las identificaba con el cielo y las estrellas; y a la Tierra, con la imperfección y la corrupción.
Siglos más tarde, esta postura sería la inspiración de la filosofía cristiana, que adoptaría esta dualidad platónica. Esta influencia de Platón en la filosofía cristiana es un testimonio más de la relevancia de su obra y de su capacidad para trascender las barreras del tiempo y la cultura.