Filosofía y Economía
La filosofía del desarrollo sustentable significa elaborar productos sin afectar el medio ambiente; por ejemplo controlando la tala de árboles, mediante el mantenimiento equilibrado de los bosques, de manera que cada árbol que se derriba sea reemplazado por otro; evitando la pesca indiscriminada; tratando de disminuir la utilización de recursos no renovables, elaborando productos reciclables o dejando de producir residuos contaminantes.
El desafío actual es encontrar la forma de salvar el planeta y a la vez mantener una economía sólida, tratando de encontrar el equilibrio justo entre la filosofía ecológica y las ganancias.
En este momento una corporación que no tenga en cuenta el cuidado del medio ambiente arriesga su futuro, porque los consumidores tienen una mayor conciencia de los productos que utilizan, los empleados y obreros de las empresas también deciden a la hora de comprar, la contaminación produce enfermedades que inciden en los gastos de servicios médicos y horas de trabajo, de manera que sus accionistas se están dando cuenta que ya no es más un buen negocio fabricar productos no biodegradables, no reciclables o contaminantes y utilizar los recursos no renovables sin responsabilidad ambiental.
Afortunadamente algunas empresas importantes ya están haciendo algo. Los fabricantes de automotores están preocupados porque están perdiendo clientes y desean resolver este problema captando el interés de los ecologistas produciendo autos híbridos menos contaminantes que funcionan con combustibles renovables.
En general todos los procesos industriales actualmente son fuentes de contaminación pero ellos no son los únicos responsables.
Los gobiernos tiene la responsabilidad de regular las actividades de las empresas según normas que protejan el medio ambiente y también la salud de la población elaborando productos que no contaminen y a la vez no resulten nocivos ni favorezcan la aparición de enfermedades cardiovasculares y de otra índole, o la obesidad.
Europa occidental y del Norte son los países más adelantados en políticas ambientales, y algunas empresas ya están tomando medidas importantes, como la elaboración de productos que se pueden reciclar en forma total; y en cuanto a la fabricación de automotores se está invirtiendo en nuevas tecnologías utilizando recursos energéticos renovables.
Sin embargo, existen aún muchas industrias que no desean invertir a largo plazo sin estar seguros de un retorno seguro.
Una filosofía ecológica en última instancia beneficia a todos y las grandes corporaciones recién lo están comenzando a reconocer, alcanzando este problema las más altas esferas.
La economía mundial se ha globalizado y a veces los fabricantes de los productos también son los que manejan la información, de manera que se hace más difícil convencer a la opinión pública sobre los peligros que corren consumiendo productos altamente industrializados.
Es importante mantener la coherencia interna a nivel individual. Si somos partidarios de salvar el planeta tenemos también que estar dispuestos a cambiar la forma que tenemos de comprar, no adquiriendo ropa sintética, sino de algodón, ni aparatos no reciclables, ni productos no biodegradables, evitando los envases de plásticos descartables, reciclando las cosas en desuso, reduciendo los residuos y evitando las compras inútiles.
Estamos todos en el mismo barco y la Tierra es nuestro único hogar, todavía el hombre no ha encontrado otro lugar mejor para emigrar.