Filosofía

La Nada

Publicado por Malena

Stephen Hawking, que ha ocupado durante muchos años la cátedra de matemáticas de la Universidad de Cambridge, lugar que en otra época ocupó Newton; en su libro “Historia del tiempo”, dedicado al lector profano, hace revelaciones brillantes sobre las fronteras de la física, la astronomía y la cosmología; y también se atreve a hablar de Dios; de la posibilidad que en un Universo, sin un borde espacial, sin principio ni final en el tiempo, haya lugar para creador.

La teoría de Stephen Hawking, dice que el universo tuvo su origen en una explosión inicial, a partir de una densidad infinita en la singularidad del big bang; teoría que implica que la relatividad general y todas las demás leyes físicas fallarían. Es decir, que el espacio-tiempo tendría una frontera, un comienzo en el big bang.

La ciencia ha considerado siempre que los hechos no ocurren en forma arbitraria sino que muestran un orden subyacente, pero este orden parece no aplicarse en la frontera del espacio-tiempo, o sea el estado inicial del universo. Pero es difícil suponer que un universo tan ordenado tuviera como origen condiciones caóticas.

Si el universo surgió de un agujero negro infinitamente denso, hoy en día se sabe que ocurren cosas muy misteriosas dentro de los agujeros negros.

Una de las cosas más curiosas que ocurren es que a medida que nos acercamos a él, nuestro reloj andaría más despacio; y si finalmente cayéramos en él, nuestro reloj se detendría; o sea que en un agujero negro no existe el tiempo.

Si no existe el tiempo tampoco existe el movimiento, de modo que un agujero negro sería la nada, o sea que el universo pudo crearse solo de la nada.

Según las leyes de la física todo en la naturaleza se produce por una causa, solamente el origen del universo es lo único que no tiene ninguna causa.

La causa necesariamente tiene que poder explicarse fuera del espacio-tiempo.

Para muchos de los filósofos antiguos la nada es la negación del Ser; otros mantuvieron la tesis de que de la nada no adviene nada y aventurarse a creer que las cosas pueden ocurrir por azar.

El pensamiento cristiano sostiene el principio que de la nada adviene el ser creado transformando de esta forma las bases de la especulación filosófica y ejerciendo influencia en la filosofía moderna.

Para Hegel el ser y la nada son igualmente indeterminados, ya que el ser es en realidad nada y la nada es nada; solamente el devenir podrá trascender la tesis y la antítesis.

Para Heiddegger la nada es lo que hace posible la negación, el elemento donde flota y se sostiene la existencia.

La nada se experimenta como angustia en el drama existencial y lo que hace posible el trascender del ser.

La nada, desde esta perspectiva es un potencial que hace posible la libertad.

Lo que es indudable es que en este universo parece ser que siempre hay algo y no nada, que la nada es un concepto pero no es algo.

El espacio vacío, según el principio de incertidumbre, está lleno de pares de partículas y antipartículas virtuales que tendrían una cantidad infinita de energía y por consiguiente según la famosa ecuación de Einstein, E=mc2 también tendrían una cantidad infinita de masa.

Para la teoría de cuerdas, los objetos básicos no son partículas que ocupan un punto en el espacio sino objetos alargados sin ninguna otra dimensión. Lo que antes se consideraban partículas ahora son ondas viajando por la cuerda.

Incluso podrían existir otros universos que estarían entre nosotros, en otras dimensiones que no vemos, donde creemos que no hay nada.

Fuente: “Diccionario abreviado de filosofía ”; José Ferrater Mora; “Historia del tiempo”; Stephen Hawking.