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Certeza y verdad

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Certeza y verdad son dos términos que, en muchas ocasiones, se utilizan como intercambiables. De hecho es probable que en muchos contextos esto no represente ningún problema y que tenga sentido utilizar ambas expresiones como sinónimas. Sin embargo, si queremos ser precisos, entonces merece la pena, en otros contextos más técnicos, distinguir entre ambas nociones, pues en este caso no significan lo mismo o, dicho de otra manera, utilizarlas como intercambiables podría producir cierta confusión.

Certeza y verdad son cosas distintas

Merece la pena comenzar llamando la atención sobre el hecho de que la certeza tiene que ver con la actitud de un sujeto hacia una proposición. Cuando alguien tiene la certeza de algo es que ese alguien lo cree sin dudar, no le cabe duda al creerlo. Por su parte, la verdad es una propiedad de las oraciones. Es decir, las oraciones son verdaderas o falsas, y la verdad o falsedad se predica de ellas. Otra distinción importante entre certeza y verdad es que la primera admite grados, mientras que la segunda no. Uno tiene cierto grado de certeza hacia sus creencias, las cuales son o verdaderas o falsas, pero no son «verdaderas o falsas en cierto grado».

Una forma de ver la diferencia entre una y otra es ver que no son coextensivas. En efecto, pensemos en (1)

(1) la piscina está limpia.

Supongamos que (1) es una proposición que creo cierta, esto es, para mí lo más cierto es que (1) es verdadera. Ahora supongamos que (1), de hecho, es falsa. La piscina, lejos de estar limpia, da asco. Es una piscina que da ganas de vomitar, con solo acercarse a ella. En este caso tendré un alto grado de certeza hacia una proposición que de hecho no es verdadera. De este modo, el conjunto de mis certezas no tiene la extensión que el conjunto de las oraciones verdaderas, pues (1) forma parte de mis certezas, pero no es una oración verdadera. Pero se podría objetar que, del mismo modo que yo creo cierta (1), podría existir otro sujeto que creyera (2),

(2) la piscina no está limpia.

En este caso tenemos que (2) es verdadera y que este otro sujeto cree (2) con absoluta certeza, de modo que (2) es un elemento común en el conjunto de las certezas de este sujeto y en el de las verdades. De modo que, ¿qué tal si comparamos el conjunto de las verdades con el de todas las certezas? A lo que se le pueden hacer la siguiente objeción: dado que dos sujetos dan por absolutamente ciertas proposiciones contradictorias, tales como (1) y (2) y dado que en el conjunto de las verdades solo estará o (1) o (2), se sigue que ambos conjuntos no son coextensivos. Como mucho los elementos del conjunto de las verdades podrían ser elementos del conjunto de las certezas, siempre que aceptemos la cláusula ceteris paribus, según la cual todas las verdades han sido algunas veces pensadas por alguien y creídas con certeza absoluta.

En definitiva, certeza y verdad no significan lo mismo.