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La Paz es Posible

Publicado por Malena

La paz es posible

Me pregunto si es posible que los seres humanos puedan algún día lograr vivir en paz en un mundo donde la guerra sea una hipótesis impensable.

La mayor parte de la gente desea la paz, sin embargo la guerra continúa siendo una amenaza posible.

Si existen seres pacíficos que viven en armonía con su entorno, ¿por qué no pueden los demás hacer lo mismo?

Circunstancias económicas marginan a los pobres que no pueden tener acceso a las mismas oportunidades. Este fenómeno es causa de conflicto, pero no siempre la pobreza es la que provoca enfrentamientos y muerte.

La educación está atravesando por una etapa oscura. Los niños y los jóvenes no tienen buenos referentes, independientemente de su posición social. La mayoría de ellos recibe escasa educación y formación, muchos padres se desentienden de ellos, están demasiado ocupados o son poco maduros; y los maestros no pueden contenerlos, tienen poca vocación y poca firmeza para ejercer su rol, y una postura ambigua y relativista, muchas veces contradictoria, que hace que sus alumnos no los respeten.

Un maestro es como un médico o como un bombero, no puede desoír el llamado de su obligación porque es probable que por no saber cumplir su rol y asumir su propia responsabilidad, los menores puedan resultar seriamente dañados.

Hoy en día las prioridades han cambiado; antes que nada está la realización personal, la profesión, los negocios, las reivindicaciones sociales, la lucha por el poder, la ventaja personal en un mundo autista y deshumanizado que no quiere compromisos y que ignora al otro creyendo que no lo necesita.

Por otra parte, las necesidades del hombre se han sobredimensionado, y este fenómeno en aumento, hace que un ser humano necesite demasiado para vivir, cosas que se han vuelto accesibles para muchos, y que despiertan la codicia de la mayoría y que la obligan a disputarse esos privilegios.

No es verdad que “pobres habrá siempre”, si creemos en la evolución. El hombre puede impedir que ese flagelo continúe existiendo elevando su conciencia, porque la pobreza se relaciona con la educación y la falta de oportunidades.

La educación es lo que hace humano al hombre, porque sin educación no se diferencia de la bestia.

Cuando se pierden los valores, las sociedades se derrumban. La historia es un ejemplo, al mostrarnos cómo culturas altamente desarrolladas dejaron de existir debido a la decadencia moral y a la corrupción de sus dirigentes.

En toda nación, las autoridades son los modelos que el pueblo tiene para seguir, y si ellos no se comportan con honestidad, no pueden exigirle a sus habitantes decencia y honradez.

Los gobernantes no pueden beneficiarse con los privilegios que les otorgan sus cargos, ni ejercer su influencia para obtener beneficios para sus familiares o amigos, porque esa conducta no es ética; y si ellos no respetan valores éticos están autorizando a su pueblo a hacer lo mismo.

La violencia aumenta a medida que disminuye la moral. Las perversiones, los vicios, los delitos y el desprecio por la vida humana, sin importar las consecuencias, demuestran que la única ley que se impone es el “todo vale” porque se aprovecha la impunidad, que es cuando todos pierden.

Sin embargo, vivir en paz es posible, hace falta recuperar los valores perdidos para que pueda haber mayor equidad, educación y justicia.

Además, es importante destacar que la paz no es simplemente la ausencia de conflictos, sino también la presencia de justicia y equidad. La paz verdadera se logra cuando todos los miembros de una sociedad tienen acceso a las mismas oportunidades y derechos, y cuando se respetan las diferencias y se promueve la inclusión.

La paz también implica el respeto al medio ambiente. La explotación desmedida de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente pueden generar conflictos y tensiones. Por lo tanto, es necesario promover un desarrollo sostenible que garantice el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

La paz también es posible a través del diálogo y la diplomacia. Los conflictos pueden resolverse de manera pacífica a través de la negociación y el diálogo, en lugar de recurrir a la violencia. La diplomacia y el diálogo son herramientas esenciales para prevenir y resolver conflictos, y para construir relaciones de respeto y cooperación entre diferentes naciones y culturas.

La paz también requiere de la participación activa de todos los miembros de la sociedad. Todos tenemos un papel que desempeñar en la construcción de la paz, desde los gobernantes hasta los ciudadanos comunes. Cada uno de nosotros puede contribuir a la paz en nuestras acciones diarias, promoviendo la tolerancia, el respeto y la comprensión, y rechazando la violencia y la discriminación.

La paz es un proceso continuo que requiere esfuerzo y compromiso. No es algo que se logra de la noche a la mañana, sino que se construye día a día, a través de nuestras acciones y decisiones. Pero a pesar de los desafíos, la paz es posible si todos trabajamos juntos para lograrla.