La Filosofía Presocrática
La Filosofía Presocrática era una Cosmología, porque se interesaba por el origen, estructura y leyes del universo; la búsqueda de un principio último que explicara los cambios físicos de la naturaleza, la unidad subyacente a la diversidad.
Tales de Mileto proponía que ese principio común era el agua; Anaxímenes afirmaba en cambio que era el aire y Heráclito opinaba que era el fuego. Todos ellos tenían puntos de vista diferentes con respecto a la sustancia elemental pero todos coincidían en creer en la existencia de un principio último.
En esa época estos filósofos no podían fundamentar sus afirmaciones con datos precisos sino que eran producto de sus intuiciones metafísicas.
Tales, superó la hipótesis científica y llegó a su teoría metafísica con el concepto de que todo es uno.
Sin embargo, aunque estas proposiciones no se podían probar, nos dice algo sobre el origen de las cosas sin necesidad de utilizar símbolos o mitos y particularmente por la idea de la unidad del universo.
Por esta razón Tales se convirtió en el primer filósofo griego, seguido de otros igualmente afamados hombres como Anaxímenes y Heráclito.
Estos filósofos no se sentían satisfechos con las explicaciones mitológicas comunes en esa época porque buscaban el principio último.
Tenían la intuición de que el Universo era un todo, un conjunto sistemático que funcionaba de acuerdo a una ley.
Utilizaban la razón y el discurso para llegar a la verdad y no la imaginación ni la mitología.
No podían ignorar el hecho de la diversidad natural e intentaban encontrar la forma de conciliar aunque sea teóricamente lo múltiple y la unidad.
A tal efecto, Anaxímenes formuló el principio de la condensación y la rarefacción, Parménides negó la realidad del cambio diciendo que eran ilusiones de los sentidos; Empédocles propuso cuatro elementos últimos que serían el origen de todas las cosas por efecto del Amor y la Discordia.
Sin embargo, los filósofos presocráticos no lograron resolver el problema de lo uno y lo múltiple; sólo Heráclito menciona la noción de la unidad en la diversidad pero tropieza con el concepto del devenir y su doctrina del fuego.
La importancia de la filosofía presocrática radica en que el centro de su interés era el mundo exterior al hombre, porque el hombre era considerado como parte del cosmos, más que en su aspecto subjetivo.
En ese momento las observaciones científicas se mezclaban con las especulaciones filosóficas porque aún no se había llegado a una clara distinción entre el espíritu y la materia.
El fracaso de los filósofos presocráticos llevó a los que los sucedieron, a orientar el interés hacia el hombre sin tener en cuenta al Cosmos.
Aunque el centro de interés de los presocráticos era el Cosmos, no dejaron de plantearse el problema del hombre como sujeto que conoce y la relación entre la razón y la experiencia sensible. De este modo Parménides llegó a sostener que sólo con el conocimiento racional se puede llegar a conocer la realidad verdadera, pero sin salir de su encuadre metafísico.
Es así como los filósofos presocráticos sentaron las bases para las tendencias filosóficas posteriores. El pensamiento de Parménides es el origen del Idealismo del futuro; en el Nous de Anaxágoras se observa el preludio del teísmo filosófico y el atomismo de Leucipo y Demócrito representa el germen de las futuras filosofías materialistas mecanicistas.
Platón fue influenciado por el pensamiento de los filósofos presocráticos y Aristóteles consideraba esa filosofía como la inspiración heredada del pasado.
Fuente: «Sócrates y Platón-Vida Pensamiento y Obra», Colección Grandes Pensadores, Ed.Planeta DeAgostini S.A., España, 2007