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Crímenes Perfectos

Publicado por Malena

Crímenes perfectos

La película “Match Point” de Woody Allen, tiene el acostumbrado punto de vista filosófico de este autor, que vuelve a reiterar en este trabajo, su perspectiva pesimista, la falta de sentido de la vida y el carácter imprevisible y caótico de la existencia.

En esta oportunidad, se trata de un frío trepador, que aprovecha las circunstancias que se le presentan para vincularse con la alta sociedad inglesa.

Conoce a dos mujeres igualmente atractivas, una sin fortuna y otra perteneciente a una familia de poderosos empresarios.

Se enamora de la chica pobre pero se casa con la rica. Sin embargo, no renuncia a su amor verdadero, y continúa su romance en forma clandestina estando casado, o sea que frente a la disyuntiva elige a las dos mujeres.

Al pasar el tiempo, su amante comienza a mostrar signos de desagrado por esa situación irregular y termina exigiéndole su divorcio para poder formalizar su relación.

El hombre, presionado por ambos lados, ya que su mujer está embarazada, decide planificar el asesinato de su amante que lo amenaza con decirle la verdad a su mujer.

Mata fríamente a la vecina del departamento de al lado y se apodera de sus alhajas y luego, espera que la joven vuelva de su trabajo y la elimina.

De esta manera, las evidencias demostrarán que la hipótesis más firme sobre la identidad del asesino es que fue alguien que cometió el primer asesinato por motivos de robo y el segundo para deshacerse, de una circunstancial testigo al huir.

El verdadero asesino se deshace de las alhajas robadas arrojándolas al río, pero el azar o el destino, según como se mire, hace que un anillo golpee la baranda y caiga en la acera, sin que él pueda percatarse del hecho.

La policía lo interroga discretamente como sospechoso cuando es identificado como el amante de la víctima, pero no tienen pruebas para detenerlo y no quieren involucrar a una familia destacada, como la de él, con pocas evidencias.

Queda en libertad, pero los fantasmas de las víctimas le recriminan los asesinatos a sangre fría para conseguir sus propios fines y en ese momento, él mismo, en el fondo, siente que desearía ser castigado por sus crímenes, porque piensa que así quedaría demostrado que la justicia existe y que entonces la vida tiene significado.

Uno de los sabuesos no quiere abandonar la hipótesis de que el verdadero asesino es él y sueña una noche, exactamente, cómo fueron los hechos.

Sin embargo, cuando se dispone a atraparlo, descubre que un drogadicto comete un homicidio de similares características en la misma zona y tiene en su poder el anillo que por azar o destino ha encontrado, que pertenecía a una de las víctimas.

La policía considera este hecho como prueba suficiente y libera al protagonista de toda sospecha.

Coincido con el autor que es verdad que la justicia en la tierra no existe, pero sí existe la justicia a un nivel más profundo, en la conciencia.

La conciencia es el observador, el que evalúa los hechos en virtud de una realidad superior, y siempre está presente en cada uno de nosotros.

Hasta el último de los mortales tiene conciencia y nadie puede huir de si mismo ni eludir el castigo en esta vida, porque no hay peor juez que uno mismo.