Ser Libres
¿Se puede ser libre? ¿Qué es la libertad? ¿La libertad existe?
Todos nosotros aprendemos las pautas para vivir en una sociedad y lograr ser aceptado, pero se puede salir de ese condicionamiento sin necesidad de convertirse en una persona rechazada.
Se puede ser libre PARA ser uno mismo, pero no ser libre DE nuestras responsabilidades, porque si no nos hacemos responsables de nuestros actos, estamos habilitando a los demás a hacer lo mismo.
El sistema que nos rodea nos presiona para incorporarnos al ejército de millones de personas que se comportan igual, tratando de someter el impulso del que pretende ser diferente, coartar su creatividad y sus verdaderos impulsos y su necesidad de ser dignos de participar como un individuo más siendo diferente.
Si nos identificamos demasiado con los roles sociales que desempeñamos, terminaremos sintiéndonos culpables, disminuidos o avergonzados cuando nos atrevamos a cruzar las barreras de lo que no está permitido.
Sin embargo la naturaleza nos ha hecho a todos distintos y seguramente es por alguna verdadera razón.
La libertad es la facultad que toda persona tiene PARA Ser quien Es.
Generalmente las personas se esfuerzan demasiado en agradar a los demás, principalmente los jóvenes que quieren parecerse a los modelos sociales para sentirse aprobados y se exigen a si mismos para hacer lo que no están llamados a Ser.
De esa manera viven frustrados, porque es imposible llegar a parecerse a otros, porque son seres distintos, como también lo somos cada uno de nosotros.
Tratan de adoptar sus actitudes y hacer lo mismo, pero el resultado sólo es mostrar una imagen falsa y perder autoestima.
Estar con el otro, no ser como el otro, es la condición humana, porque somos seres sociales, que van formando selectivamente su personalidad, moldeando sus actitudes y participando con su manera de pensar.
Tenemos una conciencia interna con el poder del discernimiento que puede evaluar desde nuestra propia perspectiva interna cuáles son nuestros propios valores, independientemente de lo que aprendemos con la experiencia, para ejercer nuestro libre albedrío.
La libertad propia exige el respeto por la libertad de los demás, de manera que es una libertad condicionada por el otro, que representa el límite de mi libertad.
La mente es una máquina de inventar y todos somos inventores en potencia; sólo tenemos que imaginar. Porque la diferencia entre un genio y una persona común es que el genio es libre y se atreve a escuchar su voz interior haciendo realidad una idea y la persona común no, porque sólo escucha los reclamos de su ego y sus ideas son imitaciones o copias.
El genio no teme ser libre porque no le importa el fracaso y sus inventos suelen ser tan radicales y nuevos que resultan inconcebibles, como si fueran el producto de una mente desquiciada.
Los verdaderos genios, antes de que se comprobara su genialidad fueron considerados locos, mientras los neuróticos sn aquellos que adoptan una conducta enferma para poder manejar sus verdaderos deseos internos.
Sólo podremos ser nosotros mismos y proyectarnos en el futuro como seres únicos y distintos si ejercemos nuestra libertad y trascendemos nuestro ego.
El problema es la codicia, la soberbia y la ambición de poder del hombre, porque la naturaleza en general hace todo lo que tiene que hacer sin esperar ninguna recompensa y no puede ser más asombrosa.
La libertad existe y es nuestro libre albedrío y nuestra capacidad para elegir; sólo hay que atreverse a ejercerla.