La Filosofía y la Ética
Toda ética es también estética.
La naturaleza es enormemente variada y compleja. Actualmente se piensa que hasta las cosas inanimadas tienen una especie de vida, teniendo en cuenta que toda la realidad está conformada por los mismos átomos en movimiento.
Existen diferencias esenciales entre los seres animados aunque parece no haber límites muy precisos en esta diferenciación, distinguiéndose una transición difusa entre los más elementales y los más complejos.
Todos los seres vivos se alimentan, se desarrollan y se multiplican; tienen la capacidad de sentir su entorno y de moverse. Los seres humanos tienen además la capacidad de crear símbolos y de pensar racionalmente; y esta cualidad esencialmente humana dio origen a la cultura.
Cada cultura establece un código de normas morales y conductuales que pueden diferir en cuanto a su figura pero no en cuanto a su forma, ya que esencialmente proponen valores semejantes.
La cultura provoca un conflicto en el hombre que debe postergar sus necesidades naturales en pos de satisfacer su necesidad social de ser aceptado y querido.
Si no acepta las reglas y las transgrede será aislado, castigado y considerado indigno de vivir en la sociedad a la que pertenece.
Si no hubiera reglas cada hombre sería totalmente responsable de cada uno de sus actos, los cuales, pueden habilitar a los demás a hacer lo mismo; de modo que con su conducta estaría estableciendo reglas que podrían volverse contra él mismo.
Los demás serán su propio espejo, el cual reflejará su propia conducta, que si no observa moderación pueden destruirlo.
Tanto la ética de Platón como la de Aristóteles se basan en el equilibrio y la moderación; y éstas serían las condiciones que hacen a una persona feliz.
La ética debe estar orientada hacia la felicidad del individuo, ni ser tan estricta como para cercenar su libertad ni tan flexible como para que se convierta en un valor circunstancial.
Por lo tanto corresponde definir lo que hace feliz a cada sujeto que al mismo tiempo no sea motivo de la desdicha de otro.
La felicidad individual basada en el sufrimiento ajeno es inmoral y representa una actitud inarmónica que produce consecuencias inmediatas en el entorno, que provocan sufrimiento.
El hombre es esencialmente un ser social y sólo puede ser verdaderamente feliz si se considera como parte de un todo y no como un ser aislado.
Un código ético es el criterio adoptado para juzgar las acciones como correctas o incorrectas de acuerdo a normas estipuladas por una sociedad, una religión o sobre la base de las consecuencias.
El fin de la ética debe ser la felicidad del hombre a través de una plena realización personal que le permita satisfacer sus propias necesidades y participar activamente en la sociedad en que vive para contribuir a la felicidad de los demás.
Actualmente, algunas empresas multinacionales realizan sus operaciones comerciales teniendo en cuenta la ética en los negocios, comprobando en la práctica que esta modalidad no atenta contra los beneficios sino que por el contrario favorece las relaciones interpersonales incrementando el volumen de los mercados.