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Metaconocimiento

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Cuando alguien sabe (1)

(1) los pingüinos son aves

decimos que tiene conocimiento. Cuando alguien sabe (2)

(2) sé que los pingüínos son aves

entonces decimos que tiene metaconocimiento. La diferencia entre el metaconocimiento y el conocimiento es que el segundo es conocimiento sobre el conocimiento, mientras que el primero es conocimiento sobre cualquier otra cosa, sean pingüínos o números. No obstasnte (1) y (2) no nos muestran suficientemente las diferencias entre (1) y (2), por lo que las reformularemos como (1″) y (2″), con lo que tales diferencias se harán evidentes.

Metaconocimiento

(1″) S sabe que los pingüínos son aves.

(2″) S sabe que sabe que los pingüínos son aves.

«Sabe que» es una actitud proposicional. En (1″) aparece una sola vez; en (2″) aparece dos. Las actitudes proposicionales son la actitud que tiene un sujeto hacia una proposición. En (1″) la actitud de S hacia la proposición (1) es la de conocimiento. Igual ocurre en (2″), sin embargo en (2″) S no tiene una actitud hacia la proposición expresada en (1), sino hacia la proposición expresada en (2).

1. Es posible saber algo sin saber que se sabe

Es decir, es posible tener conocimiento de algo sin saber que se tiene. Podemos poner un ejemplo, que le puede servir a usted mismo de prueba. Con toda seguridad, todos hemos recibido una educación, al menos en las etapas iniciales, muy similar. Todos hemos aprendido a sumar, primero números de una cifra, luego de dos, etc. Más tarde pasamos a sumar decimales, aprendimos otras reglas aritméticas, etc. Bien, ahora pregúntese, ¿sabía usted el resultado de 12.357 + 33? Si la respuesta es sí, cabe preguntarse si usted sabía entonces que sabía que el resultado de 12.357 + 33 era 12.390. Si responde sí nos quedaremos muy sorprendidos. Ahora bien, si no sabía usted que el resultado de 12.357 + 33 es 12.390, algo muy natural mientras que no realizase el cálculo, entonces difícilmente parece que usted supiera que sabía que el resultado de 12.357 + 33 es 12.390, ya que en caso de saber que sabe eso, caeríamos en una contradicción evidente al haber partido de que usted no sabía que 12.357 + 33 es 12.390.

(3) 12.357 + 33 = 12.390

(4) S sabe que (3)

(5) S sabe que sabe que (3)

Así, con este esquema, si se da el caso (4), si (4) es verdadera para algún S, por ejemplo usted, entonces cabe preguntarse si (5) también lo es. Dada (3) es complicado que (4) sea el caso, sin que haya realizado el cálculo, de tal modo que sin esa condición, no se da (5) de ninguna manera. Ahora bien, aún realizándolo, salvo porque aquí se lo decimos, no se daría el caso (5).

2. En muchas ocasiones, si usted ignora algo no sabrá que lo ignora

En muchas ocasiones la ignorancia también implica metaignorancia. En efecto, siguiendo con nuestro ejemplo anterior, si usted no sabía (3), entonces no puede ser el caso de que se de (6)

(6) S sabe que no sabe que (3).

En efecto, puesto que (6) implica una actitud hacia la proposición (7)

(7) S no sabe que (3).

La cual implica, a su vez, una actitud hacia la proposición (3). Ahora bien, ¿cómo puede ser verdadera (7) a la vez que (6)? En efecto, si (6) es verdadera, entonces S sabe que no sabe que 12.357 + 33 = 12.390, ahora bien, saber que no se sabe (3) implica que se sabe (3). Ocurriría igual si S ignorara que (8)

(8) existen pungüinos.

Si ignora que (8), entonces no puede darse el caso de que (9)

(9) S sabe que no sabe que (8),

pues en ese caso (9) conllevaría que S sabe que (8), lo que iría en contra de nuestra suposición inicial.