Filosofía
Inicio Metafísica Necesario

Necesario

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Una de las nociones filosóficas básicas es la de necesario. Como noción filosófica básica, no ha estado exenta de problemas. En efecto, un problema importante consiste en saber qué queremos decir cuando proferimos enunciados como «es necesario que 2 + 2 = 4» o «x es necesariamente P». Tratar de explicar eso es, a su vez, una nueva fuente de problemas filosóficos.

necesidad

Necesario, contingente, posible e imposible

La noción de necesario está emparentada con las nociones de posible, imposible y contingente (en realidad cada una de ellas puede ser definida utilizando las demás). Para definir todas estas se introdujo la noción de mundo posible. Desde antiguo se había definido lo necesario como aquello que no puede ser de otra manera a cómo es o aquello que no puede no existir o que es independiente de cómo sea el mundo. Esta noción derivó en una formulada en términos de mundos posibles.

Así, un enunciado necesariamente verdadero, es un enunciado verdadero en todo mundo posible y si hablamos de una entidad que existe necesariamente, entonces es una entidad que existe en todo mundo posible. La noción de contingente es opuesta a la de necesario: una verdad contingente es aquella que es verdadera en este mundo, pero que es falsa en otros. Un ser contingente, es el que existe en este mundo, pero no en otros. Cuando hablamos de enunciados o entidades posibles, nos referimos a enunciados que son verdaderos en otros mundos, pero no en este. Y lo mismo con las entidades posibles, existen en otros mundos, pero no en este. Finalmente, la imposibilidad hace referencia a lo que no se da en mundo posible alguno, sea la verdad de un enunciado, sea la existencia de una entidad.

Como el lector ya habrá visto, surge aquí la cuestión de qué es un mundo posible. Ya le dedicamos un artículo a este apasionante tema, por lo que os recomendamos su lectura.

Necesidad de dicto y necesidad de re

Si os fijáis en los ejemplos que he dado en las definiciones del parágrafo precedente, he puesto ejemplos de enunciados necesarios y de entidades necesarias. Existe, al menos desde la Edad Media, una distinción entre necesidad de re y necesidad de dicto. La primera es una necesidad ontológica: decimos que alguna entidad o hecho concreto es necesario o que necesariamente tiene tal o cual propiedad.

Por su parte, la necesidad de dicto es una necesidad lógica. En este caso, la noción de necesario no se aplica sobre entidades, propiedades o hechos, sino a enunciados. Desde este punto de vista, ha habido quien ha rechazado la noción de necesidad de re. Entre estos autores destaca Willard van Orman Quine. Este rechazó la necesidad de re porque, entre otras cosas, nos obligaba a postular todo tipo de «entidades subversivas».

Más tarde vinieron otros autores, como David K. Lewis y Saul Kripke que reivindicaron la necesidad de re. Para ambos la necesidad de re es lícita. Para el primero porque entiende que los mundos posibles son entidades reales, existentes. Son como otros planetas. Para el segundo, porque es una mera estipulación acerca de lo que podría haber sucedido el mundo real o de cómo podría haber sido el mundo o determinada propiedad, por lo que no se introducen extrañas entidades.