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El veganismo II

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

En nuestro anterior artículo dedicado al veganismo explicamos en qué consistía este código moral, explicamos algunos de sus argumentos y argumentamos, a su vez, que en la práctica el veganismo planteaba ciertos problemas: en efecto, por un lado, la dieta vegana no es saludable; por otra lado, el veganismo llevado a la práctica de forma universal parece que es desastroso. Tras aquella argumentación, prometimos dedicar un artículo a explicar por qué el veganismo no es una moral aceptable, desde un punto de vista ético. Este es el artículo prometido y, en lo que sigue, nos dedicaremos a dar la prometida explicación.

veganismo

Preliminares: ética y moral

Como hemos visto en este blog, la ética y la moral son cosas distintas. La moral hace referencia a la conducta. Un código moral es un conjunto de reglas que nos dice cómo debemos actuar en determinadas situaciones. Estas reglas promueven unas conductas y censuran otras. Un ejemplo de código moral lo encontramos en los diez mandamientos.

La ética es una parte de la filosofía que, desde una perspectiva racional evalúa los códigos morales. Desde este punto de vista, la ética promoverá unas morales y censurará otras. Uno de los criterios desde los que la ética critica los códigos morales es el de su universalidad, esto es, si son universalmente válidos. No obstante, existen otros criterios, como por ejemplo si las reglas morales que cierto código promueve son aplicables en la práctica o no.

Pues bien, el veganismo es un código moral inaceptable, pues ni es universalizable ni es practicable.

El veganismo no es una moral universalizable

Como vimos en nuestro anterior post, la dieta vegana no es saludable en general. Pero, además, hay casos particulares para los que no es nada recomendable este tipo de dietas. Por ejemplo, numerosos estudios realizados desde los años 50 hasta la actualidad han reportado bastantes casos de bebés muertos debido a que sus padres los sometieron a la dieta vegana. Esta no es apta para niños muy pequeño.

Luego está la cuestión del precio de los alimento. A pesar de que muchos de ellos no son caros, lo cierto es que algunos sí lo son, sobre todo para personas que viven en pequeñas ciudades, pueblos y aldeas, las cuales no tienen cerca establecimientos en los que comprar diversos productos necesarios para llevar una dieta vegana «correctamente». Estas personas o no accederán a tales productos o tendrán que comprarlos en otro lugar, lo que encarece tales alimentos.

Finalmente, cualquier vegano que tenga algunas nociones de ecología (la ciencia que estudia los ecosistemas), no puede desear, cabalmente, que todos los agentes racionales se guíen por su misma moral, ya que hacer tal en masa cosa tienen consecuencias catastróficas.

El veganismo no es practicable

Son muchas las personas que llevan una dieta vegana, sin embargo, para la mayoría de ellas será impracticable a medio y largo plazo. En efecto, muchos de los veganos actuales sufrirán en algún momento problemas de salud, que les obligarán a abandonar dicha dieta definitivamente o a hacer pequeños intermedios vegetarianos (incluyendo productos lácteos y huevos en su menú) o, incluso, carnívoros.