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Distintas clases de Voluntad

Publicado por Malena

Distintas clases de libertad

Existen distintas formas de voluntad, todas ellas necesarias y operativas para el accionar.

La voluntad de iniciativa tiene el poder de romper la inercia, de empezar a desarrollar una idea o a elaborar un objetivo. Es la que necesitan los líderes de iniciativa en los negocios, tener ideas y proyectarlas para que se realicen. Pero si se carece de constancia, de nada sirve.

Por esta razón es importante otro tipo de voluntad que es la voluntad de perseverar en el tiempo y en el esfuerzo, que luego nos permitirá atrevernos a planificar con mayor audacia.

Se puede aprender a tener voluntad perseverante, siendo firme y tenaz con las iniciativas pequeñas y aprovechar los resultados para robustecerla; porque con perseverancia se puede lograr cualquier objetivo, por más ambicioso que sea. Es cuestión, a veces, de vencer al derrotista que todos llevamos dentro.

Sin embargo, la voluntad inicial y la perseverancia no son elementos suficientes, porque si no existe tolerancia a la frustración, y no se supera la experiencia de fracaso, ésta debilidad puede malograr el éxito; ya que los fracasos son los escalones que nos conducen a la meta y resultan la mejor manera de aprender.

La voluntad de hacer las cosas lo mejor posible nos hace sentir satisfechos con nuestro trabajo, eleva la autoestima y fortalece la confianza en nosotros mismos.

La voluntad adquiere fuerza y dinamismo cuando la persona es capaz de renunciar a la satisfacción inmediata y puede esperar, postergar y reflexionar.

La voluntad se relaciona con la educación, porque educar es ayudar a una persona a desarrollarse plenamente en todos sus aspectos y a ser dueña de si misma; a, no dejarse llevar y tener la voluntad de elegir libremente su destino.

Educar es transmitir conocimientos y promover actitudes frente a las distintas circunstancias de la vida, porque información y formación, son las bases firmes de toda educación.

La formación ofrece criterios para regir la conducta, que son las orientaciones tendientes al mejor desarrollo individual y social, para hacer posible el crecimiento y la madurez en una cultura y llegar a ser más firmes y más humanos; y la motivación y el esfuerzo son las bases necesarias para realizar el proyecto individual.

La mejor educación es la que hace al hombre más feliz en su ambiente; y este objetivo no se logra si la persona no puede dominarse a si misma y si no conoce los valores humanos.

Sólo se puede crecer, evolucionar, ser libres e independientes si se tiene un marco de referencia como fundamente para pensar por si mismo.

Educar es enseñar a vivir, anticipando las consecuencias y haciéndose responsables de todas las acciones.

La voluntad humana, humaniza el poder instintivo, lo controla, lo trasciende y lo transforma en fines socialmente aceptables, que representan la base de la cultura. Porque el deseo propio puede ser un obstáculo o puede provocar sufrimiento a otro; y el otro en el mundo, es tan necesario para mí como yo mismo.

Esta capacidad es la que nos distingue de los animales, que viven en mundos cerrados esclavos de sus instintos.

Fuente: «La Conquista de la Voluntad», Enrique Rojas.