Filosofía

Un concepto de libertad

Publicado por Ruben Avila

libertadAlrededor de la idea de libertad existen muchas teorías que se centran en los diferentes elementos que definen el concepto. Una de las más importantes fue presentada por Isaiah Berlin, tratando de captar la esencia de lo que significa la libertad política a través de una distinción germinal que ha sido seguida, de una manera u otra, por la práctica totalidad de los pensadores que han tratado el tema de la libertad.

Libertad negativa y libertad positiva

Según Berlin a lo largo de la historia humana podemos distinguir dos clases de libertad que se encuentran a adheridas a dos teorías políticas divergentes entre sí. En realidad, Berlin se funda en una distinción similar que realizó Benjamin Constant en una conferencia que pronunció en 1819. Pero mientras el francés diferenciaba entre libertad de los antiguos y libertad de los modernos, el letón diferencia entre negativa y positiva. Como decimos ambas tienen las mismas raíces, pudiendo asimilar la positiva a la de los antiguos, y la negativa a la de los modernos.

A. La libertad negativa suele relacionarse con el liberalismo y la podemos definir como aquella que existe cuando ningún grupo de personas interfiere en la actividad de otra. «Si otros me impiden hacer algo que antes podía hacer, entonces soy en esa medida menos libre; pero si ese espacio es recortado por otros hombres más allá de lo admisible, entonces puede decirse, que estoy siendo coaccionado o hasta esclavizado».

B. La liberta positiva está representada por el republicanismo de autores como Rousseau y se centra en el autogobierno. Una persona será libre sólo si puede trazar sus propios planes y tomar decisiones, sin gobernado arbitrariamente por nadie. De lo contrario, no se puede decir que es libre en absoluto.

La libertad del esclavo

Para comprobar la diferencia entre ambas ideas nos es muy útil fijarnos en la situación de un esclavo que, gracias a su capacidad para el engaño o a que su amo es un pusilánime, termina saliéndose siempre con la suya. Si tomamos la primera definición de libertad que hemos dado (la negativa) tendremos que decir de ese esclavo que es libre, ya que nadie interfiere en su actividad, puesto que con sus argucias termina haciendo lo que desea. Sin embargo, atendiendo a la segunda definición, al estar bajo el auspicio de un amo que si quisiera podría acabar con su vida u obligarle a hacer cualquier cosa que desease, el esclavo dista mucho de ser libre. En realidad, con su actitud consigue una moratoria, pero pende de él la espada de Damocles, que le amenaza constantemente. En esta situación, nos dirá la libertad positiva, no existe libertad.

Los peligros de la libertad

Sin embargo, a pesar de que por el ejemplo anterior pareciera que la positiva garantiza mejor nuestra libertad que la negativa, Berlin se decanta por esta última, puesto que considera que la primera ha derivado en muchas ocasiones en dictaduras y regímenes totalitarios. Al final, es tentador asegurar que una persona no es capaz de autogornarse porque precisamente es esclavo (de otra persona, de otro régimen al que hay que derrocar o de sus propias inclinaciones). Así que hay que guiarle para que realmente consiga autogobernarse. Este “periodo”, nos dirá Berlin, es el que se ha utilizado para llevar a cabo las mayores tropelías de la historia.

Imagen: es.wikipedia.org

Fuente: Cuatro ensayos sobre la libertad; Isaiah Berlin