Filosofía
Inicio General El Sentido de la Vida

El Sentido de la Vida

Publicado por Malena

El Sentido de la Vida

En las sociedades más ricas y más altamente desarrolladas, la tasa de suicidios es más alta que en los países pobres en vías de desarrollo; y la depresión es una de las enfermedades cada vez más frecuentes.

Hay distintas formas de salir de la depresión, que en última instancia es la que conduce al suicidio; y una de ellas es ayudar a los que lo necesitan.

Una residente de Chiapas, México, de origen extranjero, se interesó especialmente por el estado de pobreza de las mujeres de la población étnica descendiente de los mayas.

Su deseo era ayudarlas a aumentar sus ingresos para mejorar las condiciones de vida de sus familias, ya que aunque son muy trabajadoras no logran mantener sus hogares con lo poco que ganan.

Se dedican al bordado de blusas y otros artículos, oficio adquirido de sus madres y abuelas por generaciones, y lo que producen lo venden a los turistas.

Por otro lado, por tradición, las mujeres mayas además de bordar y atender sus casas, son las que se ocupan de conseguir leña para el hogar que debe permanecer siempre encendido.

Todos los días salen en grupo a talar árboles, con sus hijos, tarea muy dura que les exige grandes esfuerzos.

Preocupada por esta situación, esta señora se trasladó a Bangladesh para interiorizarse sobre el método ideado por el economista Muhammad Yunus, creador del Grameen Bank, el Banco de los pobres, implementado en muchas ciudades de todo el mundo, que consiste en otorgar pequeños préstamos de palabra a las mujeres.

Las mujeres pobres, pagan sus créditos con su trabajo en una proporción mayor que el retorno de los créditos que otorgan los bancos comunes, además son las que sostienen el hogar, mantienen la unión familiar, cuidan a sus hijos y se esfuerzan para que reciban una educación.

Una vez de regreso en Chiapas, esta ilustre dama creó una entidad local, dedicada a otorgar préstamos a las mujeres mayas para que pudieran aumentar su producción y mejorar sus ingresos, utilizando el mismo sistema de Yunus.

Estas mujeres necesitan primero capacitarse porque es necesario que se agrupen para garantizarse mutuamente de palabra, el pago de los préstamos.

Para realizar este procedimiento no es necesario disponer de un capital muy grande, porque la iniciativa puede contar con los recursos de otras personas con las mismas intenciones.

No se necesitan oficinas ni pago de sueldos, ya que no se firma ningún papel y los interesados son los que realizan las cobranzas.

En Chiapas comenzaron otorgando 127 créditos y actualmente tienen miles de mujeres beneficiadas con este sistema.

No se trata de dinero, sino de llevar adelante una idea asociándose con otros que se identifican con ella.

Tampoco se trata de dádivas o limosnas, sino de préstamos para trabajar para ser independientes, a personas que de otro modo no tendrían ninguna oportunidad de acceder a un crédito por otros medios.

Ayudar ayuda a ayudarse y a encontrarle un significado a la vida, participando en el difícil proceso de permitir a los nativos de esa zona recobrar la dignidad humana.