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Proyecto Venus V: marketing de contenidos

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Llevábamos mucho tiempo sin darle nuestro habitual repaso al Proyecto Venus de Jacque Fresco. El caso es que nuestros cuatro primeros artículos dedicados al tema han tenido un carácter introductorio y, algunos de ellos, han tenido como objetivo responder a las críticas vertidas sobre estos artículos. Es a partir de este post cuando entramos en faena. De todos modos, seguiremos dosificando nuestra crítica. Hoy nos vamos a dedicar a explicar en qué consiste el marketing de contenidos, estrategia utilizada por esta organización para vender sus productos (los libros y documentales de Fresco y sus amigos, así como la gran cantidad de merchandasing que nos encontramos en su página web).

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Pantallazo de la web de Proyecto Venus.

Algunas palabras sobre marketing de contenidos

El marketing de contenidos está considerado un arte, el arte de saber qué quiere saber, ver y oír el cliente, actual o potencial, con el objetivo de ofrecerle contenidos relevantes. Contenidos son artículos, vídeos, newsletters, etc., en general, toda publicación en la red es contenido. Este es el marketing de Internet.

La principal diferencia entre el marketing de contenidos y el marketing tradicional, está en que el segundo se basa en una relación de compra-venta, mientras que el primero trata de establecer vínculos duraderos entre empresa y cliente, más allá de la relación de compra-venta. Se trata de fidelizar a la audiencia, llegando a ella a través de información relevante. Otra diferencia importante es que el marketing de contenidos no es invasivo. Un anuncio de televisión, por ejemplo, invade nuestro espacio perceptivo, interrumpe nuestro programa favorito y nos obliga a consumir un anuncio publicitario. En el caso del marketing de contenidos, no hay anuncio, sino información relevante, ofrecida por el vendedor. El cliente potencial llega a esa información a través de los buscadores, de las redes sociales, de recomendaciones, etc.

Una tercera diferencia que merece la pena destacar es que el marketing tradicional se dirige a una gran masa de gente y tiene un nivel de segmentación muy inferior al que tiene el marketing de contenidos. Esto quiere decir que el segundo llega a personas que están realmente interesadas en lo que se ofrece, mientras que el primero llega a muchísima más gente, aunque la ratio de conversión sea inferior.

Además de convencer y llegar a los lectores, los contenidos han de estar optimizados para conseguir visibilidad en los buscadores. Tener visibilidad en los buscadores quiere decir aparecer en los primeros puestos de búsqueda cuando alguien introduce una palabra en un buscador (Google, por ejemplo).

El Proyecto Venus y el marketing de contenidos

Uno de los pilares fundamentales de la web del Proyecto Venus es la gran cantidad de contenido que ofrecen. La página está llena de texto, de información, pero también hay imágenes, vídeos y ebooks gratuitos. Si únicamente ofrecieran este contenido gratuito, junto con el clásico enlace para hacer donativos por el bien del proyecto, nuestras sospechas estarían injustificadas. Sin embargo, lo que nos encontramos es una tienda online en la que se ofrecen productos destinados a los consumidores de ese contenido gratuito, del mismo modo que ocurre con cualquier empresa con ánimo de lucro.

El contenido que se ofrece está claramente segmentado para un tipo de público: personas concienciadas con los problemas del mundo actual y que ven una necesidad de cambio global de nuestra forma de vida, entendiendo «forma de vida» en un sentido amplio. Para atraer a este perfil se ofrecen diversos productos audiovisuales de calidad, sobre todo documentales. Es a través de estos cómo el Proyecto Venus consigue atraer al público a la página web.

En una página web llena de contenido relevante para el usuario bienintencionado, es fácil pasar bastante rato navegando, lo que mejora el posicionamiento de la misma en buscadores. Pero no solo eso, sino que sirve para atraer más al usuario, a través de otros contenidos gratuitos, tales como ebooks, más documentales, artículos, imágenes, etc. Además de los contenidos gratuitos, se ofrecen otros a los que únicamente se accede previo pago, como el último libro de Fresco, «The Best that Money Can»t Buy», o colecciones en DVD de sus documentales.

Proyecto Venus y conversión

En marketing se entiende por conversión al momento en el que el cliente o usuario realiza la acción a cuya realización estaba dirigida nuestra campaña. En el caso del Proyecto Venus está claro cuales son estas acciones:

– Suscribirse a la Newsletter.

– Participar como voluntario.

– Comprar productos de la tienda.

– Hacer un donativo.

– Seguir al Proyecto Venus en las redes sociales.

Cada vez que alguien que visita la web realiza alguna de estas acciones, la campaña de marketing de contenidos está consiguiendo lo que se proponía.

Si tenemos en cuenta que participar como voluntario en el proyecto conlleva comprar, al menos, el mencionado libro de Fresco, hay tres de cinco acciones que definen la conversión que están destinadas a la venta de productos. Esto es normal en una empresa, sin embargo da que pensar cuando se trata de una organización como el Proyecto Venus, que promueve una economía que prescinde del dinero.

Con este artículo hemos entrado en el corazón de nuestra crítica. El contenido, al igual que en cualquier empresa, tiene en el Proyecto Venus un objetivo comercial. En sucesivos artículos veremos cómo esta estrategia es llevada hasta sus últimas consecuencias, hasta tal punto que la organización ejerce un tipo de esclavismo encubierto.