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Historia de la estética II: Platón

Publicado por Esteban Galisteo Gámez

Si en el anterior post dedicado a la historia de la estética hablábamos de su prehistoria, hoy nos dedicaremos al primer capítulo de esta larga historia que todavía hoy se sigue desarrollando. El primero en abordar todos los problemas estéticos fundamentales fue Platón quien profundizó en todos ellos en bastantes de sus diálogos, concretamente en el Ión, el Banquete, la República, el Sofista, las Leyes y en el Fedro. También se tocan temas estéticos en el Hipias Mayor, si bien no esta claro que esta obra sea de Platón. A continuación veremos los puntos fundamentales de la estética de Platón.

Historia de la estética: Platón

Busto de Platón

1. La concepción platónica del arte: el arte como destreza e imitación

Las artes a las que Patón les prestó atención (arquitectura, pintura, escultura, épica, lírica, poesía dramática, danza y canto) son un tipo de destrezas o habilidades. Concretamente, son destrezas productivas de imágenes. De este modo, si lo más real que hay son las formas o ideas, seguidas de las cosas reales, que son imitaciones de estas, los productos creados por los artistas ocupan el más bajo grado de realidad, puesto que son copias de los objetos reales, es decir, imitaciones de imitaciones. Y, del mismo modo, el conocimiento de los objetos producidos por el arte es el tipo más bajo de conocimiento que hay, la eikasia (conjetura).

2. La belleza en Platón

El artista, tal y como lo ve Platón, busca las imágenes más bellas, es decir, las que mejor encarnan la idea de belleza. Platón es consciente de que algunas obras de arte particulares son más bellas que otras y, en ese sentido, piensa que unas encarnan la belleza de los objetos que imitan mejor que otras.

La idea de belleza es eterna, es la belleza absoluta y en sí. La meta humana es llegar a conocer esta idea de belleza, a la cual llega a través de las cosas bellas particulares. Es una especie de ascenso intelectual en el que las obras de arte no desempeñan ningún papel. En efecto, la belleza en el arte es vista por Platón como una belleza ociosa, pensada únicamente para agradar a los sentidos.

3. El arte no tiene valor cognitivo

Dado que las obras de arte son copias de copias y puesto que para Platón conocer es captar las formas o ideas eternas, las obras de arte no proporcionan conocimiento, sino solo deleite sensorial. Sin embargo, a la hora de emitir juicios sobre las obras de arte, juicios estéticos, es necesario comparar la obra con la realidad. Su belleza, el juzgarlas como bellas depende del grado y manera en que la obra encarna la belleza que hay en el original que imita.

4. Arte, educación y moral

Platón siempre fue un moralista y esto es manifiesto en su estética. Para Platón, puesto que el arte influye en el carácter de las personas, este tien un papel moralizante y pedagógico en la sociedad. Desde su punto de vista, hay que evitar aquellas obras que promocionen los vicios, como es el caso de los relatos sobre los dioses en los que estos manifiestan conductas impúdicas. A su vez, hay que fomentar las obras que inculquen valores deseables en la sociedad. Desde el punto de vista de Platón, artes como la poesía, la danza y la música tienen un gran potencial moralizante, por lo que son medios indispensables para forjar el carácter y, por lo tanto, tienen que estar al servicio de la sociedad, ayudando a forjar ciudadanos con un carácter virtuoso.