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Siddharta Gautama

Publicado por Malena

Siddartha Gautama (el Buda), vivió en la India en el siglo VI antes de Cristo. En ese tiempo vivieron también grandes filósofos como Confucio y Lao Tsé en China, Zaratustra en Persia y Pitágoras y Heráclito en Grecia.

El Hinduismo se caracteriza por su contenido mitológico y ritualista mientras el Budismo es de carácter psicológico. A Buda le interesaba el sufrimiento y las frustraciones del hombre más que elaborar una doctrina metafísica; por eso dedicó su vida a descubrir las causas de estas desdichas y a vencerlas.

Para el misticismo oriental, el intelecto es un medio para despejar el camino que lleva a la experiencia mística directa, que los budistas llaman el despertar, o sea, llegar a trascender el mundo de los opuestos intelectuales y alcanzar lo impensable para poder experimentar la realidad no dividida.

Esta fue la experiencia que tuvo Siddarta Gautama después de siete años de dura disciplina en la soledad de los bosques y que lo convirtió en el Buda, es decir, el iluminado. Durante este período de aislamiento, Buda practicó la meditación y la renuncia a los placeres mundanos. Su objetivo era alcanzar un estado de serenidad y comprensión profunda de la realidad, conocido como la iluminación.

La imagen de Buda en estado de meditación ha sobrevivido hasta ahora como fuente de inspiración. Su figura, sentada en la postura de loto con los ojos cerrados y una expresión de profunda paz, es un recordatorio constante de la posibilidad de trascender el sufrimiento y alcanzar la paz interior.

Luego de esta experiencia, el Buda se dedicó a predicar su doctrina, la cual consta de Cuatro Nobles Verdades:

1) existe el sufrimiento

2) el origen del sufrimiento es el deseo o la ignorancia

3) es posible liberarse del sufrimiento que produce el apego

4) seguir el óctuple sendero

El óctuple sendero significa: el bien conocer y el bien pensar; la correcta forma de actuar, o sea buenas palabras, buenas obras, buena vida y buen esfuerzo y por último la correcta conciencia y alcanzar el éxtasis.

Buda muestra el camino para el despertar y cada individuo es responsable de seguir o no este camino, libre de toda autoridad espiritual, incluyendo la suya. Este camino no es fácil y requiere disciplina, dedicación y un profundo deseo de liberarse del sufrimiento.

La conciencia religiosa del budista implica fe, amor y compasión y la decisión de Buda no es entrar solamente en el nirvana sino volver al mundo para mostrar el camino a otros. Este acto de compasión es una de las enseñanzas más importantes de Buda y ha inspirado a millones de personas a seguir su camino.

La naturaleza original de todo ser humano es la de Buda y todo lo que tiene que hacer el hombre es tener fe en ello. Esta idea es fundamental en el budismo y se refiere a la capacidad inherente de todos los seres para alcanzar la iluminación.

La esencia de la visión oriental del mundo es la unidad e interrelación entre todas las cosas y acontecimientos, idea que constituye uno de los elementos básicos de la concepción del universo de la física moderna.

En el siglo I de nuestra era, el Budismo llegó a China, una cultura que ya tenía más de dos mil años de antigüedad y desde entonces ocupa un importante lugar en la filosofía y en la cultura china. Su influencia se puede ver en la literatura, el arte, la medicina y la filosofía china.

Todas las escuelas filosóficas chinas se interesan en la sociedad, las relaciones humanas, los valores morales y el gobierno, porque los chinos se caracterizan por ser prácticos y en tener una conciencia social muy desarrollada. Por otro lado, el carácter chino tiene un aspecto místico con la aspiración de trascender lo cotidiano y alcanzar un estado de conciencia más elevado para lograr la unión mística con el universo.

Sin embargo, los sabios chinos no sólo buscan ese plano espiritual elevado sino que también se interesan en la vida mundana, unificando la totalidad de la naturaleza humana , o sea, la sabiduría intuitiva con el conocimiento práctico.

Para los chinos, el ser humano realizado es llegar a ser sabio a través de la meditación y ser rey mediante la acción. Este equilibrio entre la sabiduría y la acción es un aspecto fundamental de la filosofía china y es una de las formas en que el budismo ha influido en la cultura china.

Fuente: “El Tao de la física”, Fritjof Capra.