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La Tragedia como representación según Aristóteles

Publicado por Malena

La Tragedia como representación según Aristóteles

La tragedia imita las cosas nobles de la vida, a diferencia de la comedia y la sátira que tratan sobre lo sórdido, grotesco o desagradable.

Además de monumental, se caracteriza por ser un todo, o sea que tiene un principio, un desarrollo y un final, elaborada en bello y armonioso lenguaje adecuado a la circunstancia, que transcurre dramáticamente sin ser narrada, y cuya intriga, accidentes o situaciones imprevistas dan lugar a emociones como la compasión o el miedo con el objetivo último de que se logre la purgación de esas pasiones.

De modo que la tragedia comparte las características de dignidad, nobleza y gravedad de la poesía épica, pero se distingue de ella por discurrir en forma dramática y no narrativa.

Cuando Aristóteles se refiere a que debe tener un lenguaje bello y armonioso quiere decir que debe ser rítmico, en verso, con el uso de la métrica o con canto o coros incluidos.

En cuanto al objetivo de la tragedia, debe tener una finalidad psicológica y producir una catarsis.

La trama es más importante que los personajes, en su opinión, porque lo más importante es la acción, la imitación de la vida, de sus penas y de sus alegrías, ya que el fin de la vida es el actuar y no la definición de los caracteres, aunque los personajes de un drama deberán tener personalidad y fuerza para no restarle mérito.

La idea en la tragedia es la oportunidad de decir la verdad sobre cada cosa y lo más adecuado a la circunstancia, revelando su discurso el pensamiento de los personajes y no solamente lo que enuncian.

El verso puede ser perfecto pero no producir el efecto trágico que se desea y la música es un elemento primordial más placentero.

La intriga tiene que ser coherente conformando una unidad con segmentos ligados unos a otros como efectos probables o necesarios y no como episodios, que mantengan el interés y la continuidad, sin ser tan corta que se reduzca su eficacia ni tan larga que el público no pueda recordar los hechos.

La tragedia debe mostrar personajes cuyas desgracias se deben a un error y no por vicios o depravación, de manera que la pena y el horror sean provocados por la acción misma y no por otros elementos.

La piedad es suscitada por la desgracia inmerecida y el terror por el infortunio de alguien como nosotros.

La finalidad psicológica de la tragedia, la pena y el miedo para que pueda producirse la catarsis de esas emociones, tiene sus dificultades de interpretación.

Existen dos formas de explicación : la catarsis como purificación que se relaciona con el símbolo de las purificaciones rituales o la más aceptada, que significa la eliminación temporal de las emociones de piedad y terror, al provocar compasión por lo que le ha ocurrido y le ocurre al héroe y temor por lo que podrá ocurrirle después.

La tragedia tiene un propósito mediato, que es aliviar al alma de estas emociones brindándoles un escape placentero, de manera que representa un buen recurso descargarse por medio del arte.

El origen de la tragedia fue la improvisación dentro del período del canto coral vinculado al culto. En un principio sólo participaba un actor, posteriormente aumentó a dos disminuyendo la participación del coro.

Fue Sófocles el que agregó un tercer personaje y la escenografía.

Las partes habladas fueron introducidas utilizando el verso métrico, como también lo hacía la literatura.