Artes diversas

Aristóteles, en su afán sistematizador, clasificó las diferentes artes imitativas diferenciándolas según los medios de los que hacen uso, por los objetos a imitar o por la manera en que imitan. Recordemos, antes de seguir y por si algún lector no nos ha leído previamente, que para Aristóteles la imitación no significa lo que para nosotros, no es mera copia que realiza un copista de un objeto de la naturaleza. Para el pensador griego era algo más, ya que el artista podía mejorar o empeorar lo resultado, y a esto también lo llamaba imitar. El poeta era un imitador a pesar de que podía contar cosas imposibles, inexistentes, siempre y cuando éstas ayudaran a cumplir el objetivo de aquél.

Por otra parte, para Aristóteles, eran la poesía y la música, por lo menos una parte de ella, las principales artes imitativas. No es que no considerase a las artes plásticas como tal, pero en la principal obra sobre la estética que de él nos ha llegado, la Poética, no las trata.

Diferencia entre artes

1. Los medios que podemos distinguir en la poesía y música, que coinciden, son el ritmo, la palabra y la armonía, ya sea en conjunto o por separado. Así de la armonía y del ritmo hará uso la música instrumental, mientras que la danza solamente el ritmo. Por su parte, la tragedia, la comedia y el ditirambo hacen uso tanto de ritmo y armonía como de la palabra. Es decir, los tres a la vez.

2. Respecto a los objetos a imitar, para Aristóteles la principal diferencia radica en que algunas artes tienden a representar a los hombres como son, algunas otras mejor de lo que son y, finalmente, otras, peor de lo que son. Así que la división aristotélica en este aspecto diferenciaba entre arte noble y arte vulgar, ya que aquél que representaba la mediocridad era poco seguido no entró en la clasificación. El primero, el noble, era representado por la tragedia; el segundo, el vulgar, por la comedia.

3. Teniendo en cuenta el modo, la manera, en que imitan, Aristóteles considera dos formas distintas, que tiene que ver con la forma de narrar en el arte literario. Por una parte considera el narrador, cuando el autor habla con su propia voz, nos cuenta él la historia; por otra parte, tiene en cuenta la voz de los personajes, cuando el autor nos narra el relato a través de las palabras de los personajes. Naturalmente, también puede ocurrir, y ocurría, que una obra literaria hiciera uso de ambos registros. Es decir, que el autor en ocasiones nos contase con su propia voz la historia y, en el mismo relato, otras veces, nos hablase a través de sus personajes. Esta dualidad, nos cuenta el filósofo estagirita, ocurría tanto en el arte épico como en el dramático.

Esta capacidad sistematizante que poseía Aristóteles nos ayuda a conocer mejor el arte de su época, no sólo la opinión que el filósofo tenía de él, como así nos ocurre con Platón, que nos habla más de cómo debería ser el arte según él que cómo realmente era.

Imagen: wonalixia1.blogspot.com.es