Filosofía

Ser

Publicado por Malena

El problema del ser se plantea en filosofía porque todo cambia.

Se entiende por ser la esencia, o bien la existencia, o el ente, o la substancia. Sin embargo, cada uno de estos conceptos puede tener su propia definición que puede no coincidir con la noción de ser.

Aristóteles destaca la diferencia entre el ser y el hecho de que algo sea y en la época medieval la distinción entre el ser y el ente continúa.

Los griegos se plantearon el problema de qué es el ser y a quién se atribuye. Creían que el ser es un atributo de todo lo que es, en el mismo sentido, mientras otros afirmaban que el ser solamente es.

El ser aristotélico puede ser el ser más común de todos y también puede ser superior y el principio de todos.

Algunos escolásticos plantean que el problema del ser pertenece a la ontología general y otros que es objeto de la teología.

Santo Tomás de Aquino sostiene el supuesto de que el ser es lo primero que cae bajo la aprehensión. El ser es un trascendental absorbido en todos los seres y al mismo tiempo por encima de ellos, trascendiéndolos.

Para Kant el ser no es un predicado real y para Hegel la falta de determinación del ser lo identifica con la nada.

Varios filósofos contemporáneos consideran al ser simplemente un verbo del que creen se ha abusado.

Antes de los primeros filósofos la pregunta sobre el ser sólo la puede contestar Dios, o los dioses o el Destino; pero los filósofos griegos creen que ellos pueden ser capaces de descubrirlo; y que si el ser de las cosas está oculto, la realidad que se presenta es por lo tanto falsa.

Si el ser está encubierto es la esencia y si existe en forma eminente es la existencia.

El ser puede estudiarse por contraste comparándolo con las noción de nada, de apariencia, de pensar, de devenir, de valor, de deber y de sentido.

El contraste entre el ser con la nada es entre el ser y el no ser y tiene un sentido principalmente lógico y metafísico.

El contraste entre el ser y la apariencia excluye cualquier identificación.

El contraste entre el ser y el pensar es la correlación de dos elementos que son distintos en todo pero que pueden ser isomórficos.

El contraste entre el ser y el devenir se da cuando este último se concibe como apariencia del ser.

El contraste entre el ser y el valor puede ser real cuando los valores son entidades que no son o cuando ser y valor son distintos puntos de vista sobre una misma realidad.

El contraste entre el ser y el deber ser equivale al contraste entre la realidad efectiva y la realidad, según ciertas normas de carácter moral, que implica la separación entre lo físico y lo moral.

El contraste entre el ser y el sentido plantea problemas metafísicos y subsiste cuando se sostiene que el sentido surge en alguna dimensión del ser, pero desaparece si se afirma que el ser tiene sentido o carece de él o que puede reducirse a él.

En cuanto a las formas del ser, el ser en sí es el que permanece dentro de sí mismo, como ser inmanente; este concepto de ser es una tendencia que puede tener cualquier realidad pero no designa ninguna realidad.

Otra forma es el ser fuera de sí, que se caracteriza por tender a la alteridad y puede significar ser otro o sea la transformación de una realidad en otra, o bien constituirse mediante nuevas experiencias.

El ser para sí es lo opuesto del ser en sí o sea que es el que se constituye mediante la trascendencia.

El ser para sí expresa la intimidad, la posibilidad de manifestarse a sí mismo y de trascenderse continuamente.

El ser puede ser estático o dinámico; el primero se compara con el ser en sí y el segundo con el ser para sí, porque el ser en sí es inmóvil e inmanente y el ser para sí es un ser que no puede subsistir si no se trasciende continuamente a sí mismo.

Aunque algunos hallan esta comparación injustificada.

Fuente: “Diccionario de Filosofía abreviado”, José Ferrater Mora.