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La Evolución y sus Misterios

Publicado por Malena

la evolución y sus misterios

El bioquímico inglés Nick Lane en su libro «Los diez grandes inventos de la evolución», propone la hipótesis de que tal vez la vida no haya surgido de un caldo orgánico, tal como lo suponía Darwin, sino que habría aparecido a partir del calor de las fumarolas hidrotermales desde la profundidad de los océanos.

Lo cierto es que aún no se sabe cómo comenzó la vida, pero sí se supone, que se relaciona con la combinación química entre átomos y moléculas que se atraían y repelían, y que tuvo lugar en circunstancias muy difíciles, cuando el planeta todavía giraba mucho más rápido y su atmósfera estaba cubierta de una espesa niebla donde no había oxígeno.

La vida nunca fue fácil, ni siquiera en sus comienzos, pero obviamente todos podemos ver que es increíblemente poderosa, a juzgar por los avatares que ha tenido que resistir sin dejar de crecer y evolucionar. Sin duda un buen ejemplo para los que no tienen fuerzas para seguir viviendo y están buscando excusas para dejar de crecer y madurar.

Durante tres mil millones de años los únicos habitantes del planeta eran las bacterias y tal vez otros organismos unicelulares que precedieron a las células más complejas.

La clorofila fue la responsable de que el planeta sea verde, elemento imprescindible para la fotosíntesis, proceso que combinado con el Sol fue el que produjo oxígeno.

Hace quinientos cuarenta millones de años, la Tierra ya contaba con gran variedad de organismos complejos y hace doscientos cincuenta millones de años aparecieron los organismos con una estructura muscular capaz de transformar la energía química en mecánica que fue lo que favoreció el movimiento.

La sangre caliente hace que la vida de los organismos sea más corta, pero tienen la ventaja de tener mayor resistencia, más energía y contar con un cerebro más grande.

El sexo parece ser para los científicos una rareza de la naturaleza, porque la reproducción asexuada es mucho más cómoda, ya que todos pueden reproducirse partiéndose en dos y se podrían ahorrar grandes desilusiones y sufrimientos.

Recién en 1953, el biofísico inglés Francis Crack y el biólogo James Watson, descubrieron el ADN, que es el código genético portador de los genes, responsable de dar las órdenes que hacen posible la vida.

En cuanto al cerebro humano físico también es producto de la evolución y funciona como una procesadora de datos que recibe de los sentidos.

Pero la mente, no material, ¿qué es?

Los neurocientíficos dividen la conciencia en dos: una se relaciona con las emociones y las percepciones y se nutre de la información que le llegan de los sentidos y la otra, es la conciencia extendida, producto de la cultura y de la capacidad del hombre de elaborar una representación abstracta del mundo.

Desde la perspectiva filosófica el fenómeno de la conciencia es un gran misterio. ¿Cómo explicar esa sensación de pertenecer a un yo que siente que ha vivido siempre y que intuye que su conciencia abstracta podría seguir viviendo después de muerto, en una dimensión no material, para siempre?

La muerte, para los científicos, aunque sea difícil de creer, aporta beneficios evolutivos, porque sólo la muerte hace posible la vida multicelular.

Pero una cosa es morir y otra muy diferente es envejecer, ya que es un hecho natural que en esta vida todos mueran, pero también es verdad que no todos envejecen y mueren de la misma forma.

Desde el punto de vista psicológico, las enfermedades en la vida aportan beneficios secundarios, o sea que pueden ser una forma de resolver problemas.

Una enfermedad puede ayudarnos a decir que no cuando siempre decimos si sin tener en cuenta lo que realmente queremos, y también una oportunidad para descansar sin sentir culpa.

También las pasiones humanas pueden trascender el mundo de las emociones y dejar sus huellas y hasta destruir el cuerpo físico antes que sea su hora, con mayor furor que la misma vejez, las bacterias y los virus.

Fuente: “Los diez grandes inventos de la evolución, de Nick Lane